PARÍS. "Francia acogerá a personas que están hoy en el Lifeline, una vez que llegue a un puerto europeo (...) hablamos de algunas decenas de individuos. Ya sé que es limitado, pero así funciona la solidaridad europea", manifestó Macron desde el Vaticano, donde se reunió con el papa Francisco.
Portugal fue otro de los países europeos que acaba de confirmar que recibirá a inmigrantes que viajan en la embarcación, un total de 230.
Macron recordó que se trabaja desde "hace días" para que haya una "solución europea" al drama de la inmigración.
Al margen de su entrevista con el papa, el mandatario francés reveló que se entrevistó el lunes de forma "privada" con el jefe de gobierno italiano, Giuseppe Conte, con el que
conversó de la zona euro y de la inmigración.
"Vivimos en una situación en la que una persona no puede pretender arreglar las cosas él solo", avisó Macron, en alusión a los países del este de Europa e Italia, críticos con la gestión europea en relación a la inmigración.
El presidente francés insistió en que "no hay" una crisis de inmigración como en 2015 y sí "una crisis política" acerca de cómo abordar el tema de la inmigración.
"Hay dos visiones que se oponen. Una que dice que Europa es ineficaz y que la única solución es la nacional: 'no en mi país'. Y otra que es progresista y cree en la solidaridad interna", adujo.