Donostia - Más de 100.000 personas cubrieron ayer la distancia que separa Donostia de Gasteiz previo paso por Bilbao con un grito unánime “a favor del derecho a decidir y en defensa de la democracia”. “Miles de ciudadanas y ciudadanos hemos demostrado que queremos decidir el futuro político de este pueblo, que tenemos la necesidad de decidir y que tenemos miles de razones que nos afectan en nuestro día a día individual y colectivo”, aseguró Gure Esku Dago (GED) sobre una iniciativa que contó con el respaldo de los principales dirigentes de PNV y EH Bildu, así como algunos rostros de Elkarrekin Podemos. La plataforma aspira a abrir un “espacio permanente” de colaboración.

Cubierto el primer objetivo de lograr 200.000 manos que unieran las capitales -con creces según la organización, que elevó los asistentes a 175.000-, la atención residió en el mensaje final. A las puertas del Parlamento Vasco, los portavoces de Gure Esku Dago Jone Amonarriz y Angel Oiarbide aseguraron que “no solo entrelazamos las manos para movilizamos a favor del derecho a decidir, también lo hacemos para defender la democracia y nuestros derechos fundamentales, civiles y políticos” para llegar a decidir “el futuro que queremos”.

“Solamente el trabajo en común nos permitirá dar pasos significativos y estamos seguros de que si avanzamos en ese camino, llegaremos a decidir”, afirmaron antes de subrayar las “particularidades” y los ritmos de cada herrialde.

En la CAV, dieron a conocer el Pacto Ciudadano, que recoge 2.019 razones a favor del derecho a decidir. Varios ejemplares pasaron simbólicamente entre miles de manos. Uno llegó a Gasteiz: “Es una recopilación de razones recogidas pueblo a pueblo a través de sesiones abiertas y participativas; una cifra que refleja nuestra ilusión y esperanza para que en 2019 se den pasos significativos para avanzar en el ejercicio del derecho a decidir. Cada vez somos más conscientes de la fuerza que tenemos para promover cambios en la sociedad”.

El derecho a decidir, aseveraron, será “clave en el próximo ciclo: es un instrumento fundamental para garantizar la convivencia a largo plazo y porque, teniendo como único límite la voluntad democrática de la ciudadanía, permite defender todos los proyectos políticos en igualdad, sin exclusiones”.

El mensaje, que arrancó desde el primer hombre de la cadena en Donostia, Paulo Muñoz, llegó hasta el corazón de Gasteiz. No era casual que la cadena humana cruzara solo la CAV -aunque se sumaran participantes de Nafarroa e Iparralde- ni que concluyera ante el Parlamento Vasco, el lugar en el que está abierto el debate sobre la reforma del Estatuto.

Con una ciudadanía activada, la Cámara es uno de los lugares donde quiere trasladar sus argumentos GED, sin perder de vista Nafarroa. A título colectivo, oficial o individual, ayer se dejaron ver a lo largo de los 202 kilómetros representantes de la amplia mayoría del Parlamento: PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, personalidades como Andoni Ortuzar, Arnaldo Otegi y Pili Zabala. Harina de otro costal será comprobar qué traslado pueden tener las reivindicaciones de ayer en el articulado para la reforma estatutaria, toda vez que la formación morada ha discrepado de los dos primeros, y tanto la posición del PSE como la del PP están más lejos.

A la cita de ayer tampoco faltaron representantes institucionales como la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, que con la cadena evidenció que “existe un pueblo activo que quiere decidir libre y democráticamente su futuro”; el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, que consideró “más necesario que nunca escuchar a los pueblos y respetar sus decisiones”; y el alcalde de Donostia, Eneko Goia, que compartió el lema y la manera “de animar a la gente a que reivindique ese derecho que nos corresponde”.

Hay más elementos en el contexto, como la evolución del procés -ayer presente no solo en el kilómetro 122 en solidaridad con Catalunya-, que influyen en la dinámica de GED. Sin llegar a la expectación de los 123 kilómetros de 2014, ayer se quitó en esos 202 kilómetros el regusto amargo de los macroactos de 2015.

Entre las proclamas de ayer destacaron la del apoyo al soberanismo catalán -con representantes de JxCAT, ERC, CUP...-, pero también las de los pensionistas -que se citaron en los puntos de la cadena que pasaban ante los consistorios-, las de Euskal Herriko Emakumeen Mundu Martxa, los sindicatos, los movimientos juveniles y los numerosos agentes políticos, como las de apoyo a los condenados en el caso Altsasu, y sociales.

“En los próximos meses GED promoverá un espacio permanente de colaboración y consenso, en el que cada agente haga su aportación en el camino, hasta llegar a decidir”, zanjaron, y prometieron “dar el salto a un pacto de país que, teniendo en cuenta los diferentes territorios, nos lleve a decidir qué futuro queremos”.

Entre aplausos y críticas Más allá de esta dinámica de consultas que en territorios como Gipuzkoa está a punto de acabar, la jornada de ayer centró los aplausos. Además de los dirigentes del PNV, EH Bildu también respaldó la iniciativa. En palabras de Maddalen Iriarte, los líderes políticos no deberían “cerrar los ojos, deben ver las miles de personas que han salido a la calle”, mientras que para Arnaldo Otegi “esta vieja nación quiere decidir libre y democráticamente su futuro. Queremos decidir nuestro sistema económico, nuestro sistema social, si queremos ser independientes o no. Queremos decidirlo todo”.

La reivindicación también trajo la reacción del PSE, quien a través de su secretario de Organización, Miguel Ángel Morales, se mostró convencido de que “la ciudadanía nos quiere dando respuestas a los pensionistas, a las mujeres, a los jóvenes que buscan empleo para poder emanciparse, en lugar de rescatar debates antiguos sobre el derecho a la independencia”. Más contundente fue la secretaria general del PP de la CAV, Amaya Fernández, que además de acusar a Tejeria de “vulnerar la neutralidad de su cargo”, cargó contra el PNV por “reanimar una iniciativa sin futuro”, en referencia a GED, y poner “en riesgo el futuro de los vascos”.

Nuevo ciclo Al margen de las valoraciones políticas en un día en el que el protagonismo fue de miles de ciudadanos, la cadena supuso, lo confirmaron ayer los portavoces de Gure Esku Dago, el comienzo de una nueva fase: “Estamos abriendo un nuevo ciclo en Euskal Herria. El ciclo de la convivencia, la soberanía y la decisión”.

Un ciclo para el que GED abrirá su propia reflexión once años después de su nacimiento como Nazioen Mundua, en la comarca de Goierri y con el proceso escocés como telón de fondo. Después llegó el primer gran golpe de efecto a escala nacional, la cadena humana que reunió a cerca de 150.000 personas en los 123 kilómetros que unen Durango e Iruñea.

La dinámica dio un paso hacia abajo para tejer en cada territorio una red a favor del derecho a decidir. En el centro del proceso se situaron los actos que se celebraron en los estadios de fútbol, que no llenaron las expectativas. En ese tiempo, ya se desarrollaban las consultas por localidades que concluirán en unos meses. Los últimos antes del nuevo ciclo.