Washington/Riad - Los abogados de la Casa Blanca empezaron esta semana a preparar el terreno para un proceso de destitución del presidente, conocido en Estados Unidos como impeachment, aunque es una posibilidad que todavía ven remota, según la CNN. El inicio del juicio político depende de un voto mayoritario en la Cámara de Representantes, que está dominada cómodamente por los republicanos y que por ahora siguen fieles a su presidente, Donald Trump, a pesar de las investigaciones que acechan sus primeros meses en la Casa Blanca.
Según la cadena estadounidense, que cita a dos personas con conocimiento directo de estas consultas legales, Trump está convencido de que conserva la confianza de los republicanos. Pese a eso, los abogados de la Casa Blanca consultaron esta semana con expertos en impeachment para conocer cómo funciona ese eventual proceso. Algunos demócratas ya hablan abiertamente de buscar el inicio del proceso de destitución desde el despido la semana pasada del hasta entonces director del FBI, James Comey, que lideraba la pesquisa sobre los presuntos nexos de la campaña de Trump con el Kremlin.
Sin embargo, tan solo un congresista republicano, Justin Amash, se ha mostrado partidario de ello.
Una vez abierto el juicio político por el voto mayoritario de la Cámara Baja, que culmine con la salida forzada del jefe de Gobierno requiere el voto de dos tercios del Senado, que ahora también está controlado por una mayoría conservadora.
El Congreso inició pero nunca culminó el impeachment de los presidentes Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001), mientras que la posibilidad del juicio político forzó la dimisión de Richard Nixon en 1974. Con esta perspectiva en casa comenzó la primera gira internacional de Trump. El presidente estadounidense y el rey saudí, Salman bin Abdulaziz, sellaron ayer el buen momento de sus relaciones con la firma un acuerdo para la venta de armamento a Arabia Saudí por valor de 110.000 millones de dólares.
En una ceremonia presidida por ambos mandatarios, que rubricaron un documento titulado Declaración de una estratégica visión conjunta, esta venta multimillonaria de armas está destinada a satisfacer las necesidades defensivas saudíes -que mantiene un frente abierto en Yemen y un apoyo firme al extremismo suní en Siria- según se subrayó durante el acto, celebrado en el palacio de Al Yamama de Riad.
las tiranías del golfo Según Washington, este paquete de equipos y servicios de defensa “apoya la seguridad a largo plazo de Arabia Saudí en la región frente a las amenazas de los iraníes, mientras que refuerza la habilidad del reino en contribuir a las operaciones antiterroristas en toda la región, reduciendo el peso sobre Estados Unidos”. La Casa Blanca apuntó que estos acuerdos muestran “de la manera más clara posible” el compromiso de Estados Unidos con su alianza con Arabia Saudí y el resto de tiranías del Golfo Pérsico. Además, apuntó que estas ventas se enmarcan en cinco categorías: seguridad fronteriza y antiterrorismo, seguridad costera y marítima, modernización de las fuerzas aéreas, defensa aérea y de misiles y , por último, mejoras en ciberseguridad y comunicaciones.
Según el diario saudí Okaz, entre los acuerdos se incluye la construcción en tierras arábigas de 150 helicópteros Black Hawk.
Asimismo, Washington subrayó que supone una manera de dar más oportunidades a las empresas estadounidenses en la región y de alentar la creación de miles de puestos de trabajo. Según la Casa Blanca, tras el acuerdo Trump aseguró que había sido un “día tremendo”. “Tremendas inversiones en Estados Unidos. Cientos de miles de millones de dólares en inversiones dentro de Estados Unidos y trabajos, trabajos, trabajos”. Poco antes del encuentro, el rey Salman, que impuso a Trump la medalla Rey Abdulaziz, la más alta distinción entregada por el reino, aseguró que la visita del presidente “hará realidad la seguridad y la estabilidad globales”.
En sus primeras declaraciones tras la llegada del mandatario norteamericano, realizadas en su cuenta oficial de Twitter, Salman también destacó la importancia de este viaje para las relaciones bilaterales. “Le damos la bienvenida a @POTUS Trump al reino saudí. Señor presidente, su visita reforzará nuestra cooperación estratégica y hará realidad la seguridad y la estabilidad globales”, escribió el monarca.
crítica de Amnistía Internacional La víspera de la visita, la ONG Amnistía Internacional alertó sobre los peligros de este acuerdo multimillonario y sobre la ausencia de los derechos humanos en la agenda de Trump. Según la directora ejecutiva de la ONG en Estados Unidos, Margaret Huang, “Arabia Saudí y otros países del Golfo han empleado la lucha antiterrorista como una excusa para aplastar y perseguir cruelmente a críticos, disidentes pacíficos y defensores de los derechos humanos”.
Asimismo, la ONG pidió a EE.UU. que detenga la venta de armamento a los países que participan en la coalición árabe que combate en el Yemen contra los rebeldes hutíes y que respalde una investigación sobre “las numerosas violaciones documentas” de los derechos humanos en dichos países. “Estados Unidos continúa alimentando serias violaciones de los derechos humanos que han causado un sufrimiento devastador a los civiles en el Yemen mediante la trasferencia de armas a Arabia Saudí”, subrayó Huang.
El presidente de Estados Unidos aterrizó ayer en la capital de Arabia Saudí, Riad, para dar comienzo a su primera gira internacional, que lo llevará también a Israel, Palestina, el Vaticano, Bruselas (Bélgica) y Sicilia (Italia). - Efe