SANÁ. La televisión oficial del grupo rebelde chií de los hutíes dijo que otra explosión en la ciudad septentrional de Saada, bastión de la organización, contra una mezquita, elevó el total de víctimas en las explosiones de hoy en el país a 137 muertos y 345 heridos.
La nota de Interior precisó que todos los suicidas, incluidos los que se hicieron estallar en Saada, llevaban explosivos camuflados en escayolas falsas que colocaron alrededor de sus piernas.
Las dos mezquitas atacadas en Saná, Al Hashush y Badr, ubicadas en el norte y centro de la ciudad respectivamente, son frecuentadas por los dirigentes del grupo chií rebelde de los hutíes.
En todos esos atentados, los atacantes repitieron el mismo modus operandi.
Cada mezquita fue atacada por dos suicidas; uno de ellos detonó su carga explosiva en el puesto de control establecido fuera de la mezquita mientras el segundo aprovechó la situación para irrumpir en el templo y hacer estallar sus explosivos en medio de la multitud.
Según pudo constatar Efe, camiones y ambulancias evacuaron a las víctimas del doble atentado de la mezquita de Al Hashush, donde hubo un intervalo de tiempo de media hora entre una explosión y otra.
En el ataque al templo de Badr falleció el imán de la mezquita, el destacado líder religioso chií Mortada al Muhaduari, según dijo a Efe una fuente hutí.
El imán de la mezquita Al Hashush, Taha Ahmed al Mutauakil, que es miembro de la ejecutiva de los hutíes, fue ingresado en un hospital, junto al dirigente del grupo Jaled al Madani, tras resultar heridos graves a causa de la explosión.
Yemen está sumido en un profundo conflicto político, agravado desde que el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se retractara el mes pasado desde Adén de su anterior dimisión y anunciara que continuaba siendo el presidente legítimo del país, en oposición a lo dictado por los hutíes.