MADRID. La plataforma ha realizado un estudio en 54 urbes para comparar el precio del agua, en el que se han revisado las tarifas y las tasas asociadas a su consumo, tanto si se incluyen en el recibo como si se cobran aparte.
OCU señala que el año 2014 ha empezado con subidas en seis de cada diez ciudades y que en los cinco últimos años su factura se ha incrementado un 25,5 % por diferentes motivos entre los que se incluyen nuevos cánones autonómicos y el incremento de IVA.
Además, agrega que "la interpretación de la factura no es una empresa sencilla ya que cada ciudad emplea un sistema de facturación propio" y considera que las diferencias de precio encontradas "no se justifican".
El ejemplo más significativo se encuentra en Murcia donde una familia con un consumo anual de 175 metros cúbicos paga 501 euros anuales mientras que, en Palencia, abona 145 por el mismo consumo.
Las dificultades de abastecimiento que se sufren en algunas zonas de España explican parcialmente esas importantes diferencias. Sin embargo, el estudio muestra que las grandes divergencias en la tarifa que se aplican en cada municipio, se reproducen también en la parte de la factura destinada al saneamiento de agua, donde la ubicación de la localidad no debería tener ninguna influencia.
Las diferencias entre ciudades se acentúan en consumos mayores, hasta un 440 %. "Un hogar de Barcelona que gaste 300 metros cúbicos pagará 1.393 euros al año mientras que por el mismo consumo en Guadalajara se abonarán 258 euros anuales", puntualiza OCU.
La mayoría de ciudades han optado por elegir un sistema de tarifas crecientes por bloques porque si éstos están bien diseñados, se evita el derroche y se incentiva el ahorro.
"Sin embargo este sistema penaliza a los hogares con más miembros. Esto lo solventan Sevilla y Málaga que personalizan los bloques teniendo en cuenta el número de miembros en la unidad familiar" y otras ciudades contemplan tarifas especiales para familias numerosas.
OCU ha encontrado que algunas urbes no fomentan el ahorro. Así, Vigo es la ciudad que más incita al despilfarro, al facturar a sus vecinos 180 metros cúbicos consuman o no, mientras que Soria y Orense también aplican unos consumos mínimos elevados.
Como elementos positivos, algunas villas como Santander o Valladolid han descartado este tipo de tarifas con consumos mínimo.
La organización ha remitido estos datos a la Federación Española de Municipios y Provincias y ofrece algunas pautas al consumidor para poder ahorrar agua y reducir considerablemente su factura.
Entre ellas, sugiere que se verifique en la ciudad de residencia si existe algún tipo de bonificación para la factura de agua por rentas bajas, familia numerosa o jubilados, entre otros.
Propone cambiar los grifos por otros reductores de caudal o termostáticos, o instalar en dispositivos de ahorro con limitadores o interruptores de caudal, así como ducharse en vez de bañarse y acoplar a la ducha un cabezal que suelte poca agua.
Colocar en el inodoro un limitador de descarga si la cisterna es antigua y no dispone de dos botones; no poner lavavajillas o lavadora si no están llenos son otras de las recomendaciones.
Finalmente, OCU apuesta por plantar vegetación autóctona e instalar riego automático por goteo en casas con jardines.