berlín. "Reitero lo que dije el sábado. Todo lo que se refiere a mis compañeros de partido y a mí no es cierto, salvo alguna cosa que es lo que han publicado algunos medios de comunicación. El Gobierno está con ganas, ilusión y fortaleza. Las afirmaciones son absolutamente falsas". En su primera comparecencia con posibilidad de que la prensa le trasladara preguntas tras estallar el caso Bárcenas, en Berlín y ante la mirada de la canciller alemana Angela Merkel; Mariano Rajoy incidió en despachar el asunto que ha provocado un terremoto en el PP respondiendo de manera concisa, prácticamente en primera persona, y siempre para recalcar que "las cosas que se me imputan son falsas". "Me encuentro con las mismas ganas, la misma ilusión, fuerza y coraje que cuando llegue para superar una de las situaciones más difíciles de los últimos 30 años", consideró el presidente español, que respondió a la petición de dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba con el mismo guión empleado el pasado domingo por Esteban González Pons. "El Gobierno es estable, el PP tiene una mayoría clara, ha marcado un rumbo, está haciendo una política basada en las reformas y la hará desde la convicción total de que vamos a lograr que España salga de ésta", valoró para aclarar que se siente con la suficiente entidad moral como para solicitar más sacrificios a la ciudadanía.
Lanzó, eso sí, balones fuera Rajoy cuando se le cuestionó sobre quién puede haber filtrado los presuntos manuscritos de la contabilidad B del extesorero popular, al tiempo que el gesto de Merkel se torció cuando fue interpelada en dos ocasiones por la corrupción en el Estado Español. "Lo importante es la relación entre los dos Gobiernos", zanjó la canciller. Y mientras, el protagonista de este entramado que amenaza en erigirse en un serial que quiebre los cimientos del PP, Luis Bárcenas, fue cazado por las cámaras de Antena 3 después de haber disfrutado el fin de semana de su estancia en un hotel de lujo de la ciudad gala de Carcasona, entre Toulouse y Perpignan. Aprovechó para negar las informaciones publicadas sobre las supuestas cuentas en dinero negro, y también que Rajoy hubiera recibido de él cantidad alguna. "No existe ni ha existido una libreta secreta. Todo es una burda manipulación", reiteró a la salida de su domicilio madrileño, a la vez que desveló que sus abogados se encuentran ya preparando una querella. No es el único. El vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, anunció acciones judiciales contra "todos" los que han atribuido a su partido una contabilidad irregular, incluido el propio Bárcenas, matizando que se hallan estudiando aún si éstas serán penales (querellas) o civiles (demandas), pero que ejercerá "acciones" contra tres grupos involucrados: "Todos los que han atribuido conductas irregulares", "los que lo hayan podido filtrar las informaciones" y "aquellos que las han publicado", explicó. Pero su argumentario no se detuvo ahí.
Floriano aprovechó para arremeter contra Rubalcaba por pedir vehementemente la dimisión de Rajoy y criticó la "baja catadura moral" del líder socialista, retándole a "que se comprometan él y sus dirigentes a presentar su declaración y patrimonio, sometiéndose a auditorías, como el PP". No fue el único tema que tuvo que lidiar, ya que debió salir al paso de la implicación de la ministra de Sanidad, Ana Mato, en la trama Gürtel. Defendió el número tres del PP que Jesús Sepúlveda, exmarido de Mato, siga trabajando para el partido desde su domicilio. "No hay razón objetiva para despedir a un imputado", precisó cuando se le inquirió por qué no se le ha aplicado la reforma laboral del Gobierno español, destacando que "Sepúlveda es funcionario de esta casa" y "por deseo expreso de la dirección no trabaja aquí pero sí realiza tareas que se le encarguen. Y a partir de ahí no podemos hacer más". Cuando se le preguntó si al partido le ha salido más caro pagarle estos años que indemnizarle, el dirigente popular replicó al periodista: "Deje que sea la gerente la que diga si es barato o no. No se meta usted en las finanzas del partido". "Respaldamos a Ana Mato, la ministra de Sanidad, y no tengo nada más que decir", añadió.
a la audiencia nacional Entre tanto, el PSOE llevará a la Audiencia Nacional los papeles que han salido a luz con los apuntes contables de Bárcenas. Tras la reunión que ayer mantuvo la dirección federal para analizar la situación, hubo unanimidad a la hora de compartir la postura de Rubalcaba, que conversó con González, Zapatero y Griñán antes de exigirle al presidente español que "abandone" y deje paso a otro. Tras el comité provincial de Sevilla, el secretario general del PSOE vaticinó que en el caso Bárcenas "aún no hemos tocado fondo", tildando de "lastre" a Rajoy. "Ha ido a Berlín como el flautista de Hamelín, con decenas de periodistas españoles persiguiéndolo para preguntarle por Bárcenas, porque aquí no han podido, y todos los alemanes han visto cómo le preguntaban por Bárcenas y no por la economía" se jactó Rubalcaba sobre la imagen trasladada por el presidente español. "Ha ido acompañado por su sombra, que es Bárcenas. Ha dicho que todo es falso salvo algunas cosas. ¿Qué dirá mañana? En el momento más difícil de la historia de España, tenemos al peor presidente de toda la historia de España", se explayó el líder socialista, para quien Rajoy no puede pedir "más sacrificios a la gente. Empiece por su casa".
Hacienda adelantó que "en breve" quedará "claramente demostrado" que el extesorero "no ha podido beneficiarse" de la regularización fiscal "ni en su nombre ni a nombre de terceros". A su vez, el diario económico The Financial Times solicitó en un duro editorial, titulado "Rajoy en crisis", que la formación se someta a una investigación "exhaustiva, transparente e independiente" si quiere garantizar su supervivencia política.
Mariano Rajoy y Angela Merkel, ayer en Berlín antes de la XXIV Cumbre Bilateral Hispano Alemana. Foto: efe
'caso bárcenas'
En Berlín se coreó "Rajoy dimisión"
Cerca de 500 personas se concentraron ayer a las puertas de la Cancillería Federal de Alemania en Berlín para pedir la "dimisión" de Mariano Rajoy. Bajo una intensa lluvia, los manifestantes estuvieron escoltados en todo momento por agentes de la Policía Federal Alemana, que les impidieron acercarse hasta las puertas de la sede del Gobierno alemán y contemplar el recibimiento de honor militar brindado a Rajoy por la canciller alemana, Angela Merkel. La comitiva del Gobierno español fue recibida a gritos de "dimisión", "ahí está la cueva de Alibabá" al tiempo que un trompetista interpretaba la sintonía del PP, así como la banda sonora de El Padrino. Los concentrados exhibieron sobres, en referencia a los supuestos pagos a parte de la cúpula del Partido Popular, y pancartas, en su mayoría escritas en alemán, aludiendo a las acusaciones de presunta corrupción. La convocatoria realizada por la plataforma 15-M Berlín destacaba la "importancia de que muchos de los gritos y pancartas sean en alemán para que Merkel los entienda. Toca aprender palabras como rücktritt (dimisión) o korrupt (corrupto)".
Bárcenas, que también emprenderá acciones legales, asegura que los papeles son una "burda manipulación"
Rubalcaba lamenta que "Rajoy ha ido a Berlín como el flautista
de Hamelín y junto
a su sombra, Bárcenas"