Las negociaciones intensas y la incertidumbre pesaron este martes sobre la cumbre del clima de Naciones Unidas (COP28) de Dubái, después de que los delegados pasaran toda la jornada buscando cómo arreglar el contenido de un borrador de resolución que generó numerosas críticas por su lenguaje poco ambicioso respecto al fin del uso de los combustibles fósiles.
El plazo acordado inicialmente para la culminación de la reunión, 11:00 horas de Dubái (07:00 GMT), pasó mientras los delegados continuaban reunidos a puerta cerrada con el presidente de la COP28, Sultán al Yaber y su equipo, así como en otros encuentros de grupos negociadores, para ajustar estrategias y analizar propuestas.
De momento, no se ha publicado ningún otro texto de "Balance Global", el documento central que se prevé salga de esta reunión.
Diversas fuentes negociadoras han indicado a EFE que si bien se espera que aparezca un nuevo borrador entrada la madrugada, este textó aún deberá ser revisado por las partes y luego, si la presidencia de la COP28 lo considera apropiado, pasar por el plenario para ver si las 198 partes de la cumbre aceptan la resolución.
No está claro tampoco si se optará por convocar la reunión en la mañana del miércoles.
Ayer lunes, la publicación de la propuesta de "Balance Global" de la COP28 desató una oleada de críticas que ya auguraban una prolongación de las negociaciones bastante más allá de lo previsto inicialmente.
El paquete energético es el principal punto de discrepancia: qué deberán hacer los países para lograr rebajar las emisiones en un 43 % para el año 2030, tal y como precisa la comunidad científica que será necesario para contener el calentamiento global a tiempo y no superar el grado y medio de temperatura en este siglo.
El borrador del lunes fue considerado como "totalmente inaceptable" por la UE y por otros muchos delegados, como el representante de las islas Marshall, John Silk, quien indicó que su país no fue a Dubái "a firmar su sentencia de muerte".
Punto de partida
En una multitudinaria comparecencia ante los medios, el director general de la COP28, Majid al Suwaidi, afirmó que el borrador de 'Balance Global' era "un punto de partida" para saber las líneas rojas de cada país y así poder redactar un nuevo texto más ambicioso y equilibrado.
"El texto que publicamos era un punto de partida para discusiones. De nuevo, esto es totalmente normal en un proceso basado en el consenso. Cuando lo publicamos, sabíamos que las opiniones estaban polarizadas, pero lo que no sabíamos era dónde estaban las líneas rojas de cada país", dijo.
Al Suwaidi reconoció que el borrador demostró que "las partes tienen opiniones profundamente arraigadas y divididas, especialmente sobre el lenguaje en torno a los combustibles fósiles".
El director de la COP28 admitió que hay quienes quieren la eliminación progresiva ("phase-out") mientras otros quieren la reducción progresiva ("phase-down"), pero el objetivo es "llegar a un consenso" y evitar que cause bloqueos al proceso.
No calculó
En una entrevista con EFE, la ministra colombiana de Ambiente, Susana Muhamad, indicó que el problema del borrador se debe a que la presidencia de la reunión "no calculó que el debate final se centraría sobre los combustibles fósiles", lo que ha desatado una gran "tensión política".
"Yo creo que tal vez la presidencia nunca esperó o más bien no calculó que al final esta COP iba a ser sobre los combustibles fósiles en la región más importante de producción de combustibles fósiles. Y eso causa tensión política. Ese es el tema (de la crisis)", afirmó Muhamad.
En ese sentido, explicó que en el contexto de las negociaciones hay dos bloques definidos: "La resistencia de los países productores (de combustibles fósiles) y la conciencia de muchos, la mayoría, que tiene conciencia de la emergencia del momento".
Muhamad recordó los puntos claves para muchos de los negociadores como Colombia, pero también para la Unión Europea (UE) o los países isleños o los menos desarrollados, que no podrán salir de la reunión "con un mensaje blando frente a la realidad científica del cambio climático y sus causas".
La ministra adelantó que la clave para destrabar la reunión pasa por las opciones para la transición energética de estos países opuestos al lenguaje duro con los combustibles fósiles (que no mencionó).
"El camino es considerar las diferencias y entender que hay que enfrentar la dificultad de esta transición porque hay economías enteras que dependen de la exportación y producción de combustibles", manifestó.
Particularmente, pidió que se resuelva el tema de la financiación, para que los países afectados "puedan tener capacidades para la transición".
"Pero al mismo tiempo, el plazo es muy apretado de acuerdo a la ciencia. Esas son las tensiones políticas, y de eso se trata la COP", declaró.