Las acusaciones populares en el juicio del accidente del tren Alvia en Angrois, a las afueras de Santiago, que provocó 80 muertos y dejó a 145 personas heridas en julio de 2013, han defendido la culpabilidad del maquinista del tren y del ex alto cargo de Adif y han señalado que el cambio de criterio de la Fiscalía responde a la jerarquización de la misma y a que "perro no come perro".
Los letrados Manuel Alonso, por parte de la Plataforma de Víctimas del Alvia 04155, y Javier González, de Apafas (asociación de perjudicados por el mismo accidente), han argumentado este miércoles durante la vista los motivos y razones para mantener en sus conclusiones las acusaciones del maquinista del tren, Francisco Garzón, y el exdirector de circulación de Adif, Andrés Cortabitarte.
Para cada uno de los dos piden cuatro años de cárcel por 80 homicidios y 145 delitos de lesiones por imprudencia profesional grave.
En primer lugar, el representante legal de Apafas ha mostrado su incomprensión ante el "cambio de criterio" de la Fiscalía y ha destacado que es "consciente" de la relevancia que supone culpar a Adif en todo este proceso por parte del Ministerio Fiscal.
"Solo entendemos esa decisión difícil dentro del ámbito de jerarquización que ampara a la carrera fiscal", ha señalado González.
En su exposición, ha señalado que era evidente que la curva era "peligrosa", que era necesaria una evaluación de riesgos en la línea Ourense-Santiago, y que Cortabitarte "quebrantó" la normativa de seguridad ferroviaria.
Además, González ha señalado que "no comparte el criterio" del Ministerio Fiscal de que la causa eficiente del accidente sea únicamente "la llamada telefónica" que se produjo entre el maquinista y el interventor y la consecuente distracción de Garzón.
En cuanto a Garzón, ha señalado que queda acreditada su experiencia profesional y que había recibido la formación correspondiente, pero que cometió "una imprudencia grave" por lo que considera también que es culpable de que se produjera el siniestro, tras mantener una llamada "intrascendente" durante más de 100 segundos.
Mucho más duro con Garzón y con Contarbitarte en su exposición del informe ha sido el abogado de la Plataforma de Víctimas del Alvia, Manuel Alonso, que ha considerado a ambos como personas "poco diligentes" a la hora de tomarse en serio la seguridad y la responsabilidad que ejercían, uno como maquinista y otro como máximo responsable de la seguridad de Adif.
Por lo que se refiere a la decisión de desconectar el sistema ERTMS embarcado, autorizada también por Cortabitarte, ha afirmado que para él supone "una nueva acción delictiva" al hacerlo "un sábado sin consultarlo con nadie", sin mantener reuniones y sin analizar los riesgos.
Respecto a Garzón, también ha sido duro y ha remarcado que, desde el minuto uno y sin asesoramiento, el maquinista reconoció lo sucedido en su comunicación con el puesto de mando de Atocha tras el descarrilamiento y dio la clave al asegurar en aquel momento que creía que "era un fallo de seguridad", algo que según Alonso también apunta a Cortabitarte.