El programa de detección precoz de cáncer de colon de Osakidetza permite detectar en estadios iniciales el 70 % de estos tumores, de los que cada año se contabilizan más de 2.000 en Euskadi.
Con motivo de la celebración este viernes 31 de marzo del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Colon, el Servicio Vasco de Salud ha recordado que este cáncer es el más frecuente, ya que supone el 15 % de todos los casos, con una supervivencia a los cinco años que ronda el 57 %.
Junto con la prevención, la detección precoz es "una de las estrategias más efectivas para disminuir" su incidencia. De hecho, detectarlo a tiempo -lesiones premalignas y cánceres en estadios iniciales- aumenta la supervivencia hasta en un 95 %.
Cribado a partir de los 50
El Programa de Detección Precoz de Cáncer de Colon se puso en marcha en Euskadi en 2009. Está dirigido a todas las personas entre 50-69 años y consiste en un test de sangre oculta en heces cada dos años y una colonoscopia con sedación en los casos positivos.
Actualmente, la participación en este programa es una de las más altas tanto a nivel estatal como internacional al situarse en el 72 % y es más elevada entre las mujeres. Sin embargo los hombres presentan el doble de casos, por lo que Osakidetza les anima de manera especial a participar en el programa.
Desde 2009 se han detectado y tratado gracias a este programa 36.166 lesiones avanzadas (premalignas) y 4.231 cánceres invasivos. El 70 % de estos cánceres han sido encontrados en estadios iniciales, lo que se ha traducido en tratamientos menos agresivos y una notable mejora de la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
Al día tras la pandemia
La llegada de la pandemia supuso una "ralentización" en las invitaciones que Osakidetza hace para participar en el programa de detección precoz, aunque en 2021 y 2022 se ha ido recuperando la actividad y se espera la "puesta al día" en este 2023.
El riesgo de padecer cáncer de colon aumenta con la edad. Hábitos como fumar, consumir carne roja y procesada, beber alcohol y el sedentarismo aumentan la probabilidad de desarrollarlo, mientras que una alimentación rica en verduras y frutas, el ejercicio físico y un peso adecuado son factores protectores.