Cumples 40 años y empiezas a darte cuenta de que tu cuerpo está cambiando. A partir de esa edad, te vuelves más sedentario y tu metabolismo se ralentiza un 5% por cada década que escalas, así que también te das cuenta de que cada año que pasa te resulta más fácil ganar kilos y mucho más difícil perderlos.
Un estudio norteamericano determinó que cerca del 20% de las calorías que ingerimos a diario las tomamos en forma líquida. Así que, presta atención a lo que bebes, ya que aunque aparentemente sea saludable, puede no resultarte tan beneficioso como crees.
Aquí te mostramos ocho bebidas no alcohólicas que deberías empezar a evitar si ya has traspasado la barrera de los 40 años.
1- Café. El consumo moderado de café no es malo. Sin embargo, excederte de la cantidad máxima diaria de cafeína recomendada, que es de 400 miligramos, cuatro tazas, puede provocarte pérdida de masa ósea (osteoporosis, especialmente en las mujeres), además de insomnio, nerviosismo y dolor de cabeza.
2- Tónica. Este refresco carbonatado y aromatizado con quinina es un 90% agua y el resto gas carbónico, azucares y otros aditivos. Una lata de tónica te aportará 124 calorías y más de 30 gramos de azúcar.
3- Refrescos light. Casi todos los refrescos dietéticos contienen aspartamo, un edulcorante artificial que se desarrolló inicialmente para ayudar a perder peso, pero que se ha observado que tiene el efecto contrario. Ni adelgazan ni tienen cero calorías. Sin duda, la mejor bebida para adelgazar es el agua.
4- Té embotellado. El té hecho en casa es una buena fuente de antioxidantes, sin embargo, el embotellado tiene muy poca cantidad de té: es básicamente agua, azúcar y colorante.
5- Limonada casera. La mezcla de zumo de limón, agua y azúcar en sí misma no es perjudicial, sin embargo consumida en exceso nos aportará muchas calorías. Eso sí, siempre será preferible a la limonada envasada, ya que una lata de 35 mililitros nos aportará 108 calorías y 40 gramos de azúcar.
6- Zumo de naranja natural. Tiene mucho azúcar en forma de fructosa y glucosa. La fruta siempre es mejor entera que en zumo ya que además de las vitaminas y minerales, el agua y los azúcares nos beneficiamos también de los efectos de la fibra.
7- Yogur líquido. Resulta muy práctico y una forma sencilla de tomar leche con probióticos. El problema es que si estos contienen mucho azúcar ya no es tan saludable. Es mejor sustituirlo por un yogur natural sin azúcar.
8- Leche desnatada. Es más baja en calorías que la semidesnatada o la entera, pero muchas de sus vitaminas son solubles en grasas, así que no te beneficiarás de ellas. Los expertos recomiendan consumirla entera, ya que la diferencia entre 100 ml de leche normal y de leche desnatada es de tres gramos de grasa.
Así que ya lo sabes, presta atención a lo que bebes ya que, aunque aparentemente sean bebidas inofensivas, puede que escondan unas calorías con las que no cuentas.