Los objetivos del proyecto de reforma de este piso de 130m² ubicado en la zona alta de Barcelona se han centrado en la mejora en la distribución original de la vivienda para crear una zona de día abierta, llena de luz natural, y en ampliar los dormitorios de la zona de noche para adaptarla a las necesidades de una familia con dos niños pequeños. El proyecto ha sido llevado a cabo por el estudio Pia Capdevila Interiorismo.
La vivienda contaba originalmente con cuatro dormitorios y con una distribución muy compartimentada, con mucho pasillo y con las estancias de la zona de día muy pequeñas. Además, como la cocina estaba ubicada en el acceso de la puerta de servicio no disponía apenas de luz natural.
La principal petición de los nuevos propietarios ha sido convertir las cuatro habitaciones existentes en solo tres, pero más amplias, “lo que nos permitió poder crecer en amplitud de espacios y poder aprovecharlo para ganarlo en la zona de día”, comenta Pia Capdevila.
De este modo, una vez reorganizado el plano, la zona de noche se ha quedado sin una de las cuatro habitaciones originales, que se ha destinado a la nueva cocina y la nueva distribución incluye un dormitorio principal con vestidor y baño integrado, y una habitación grande que incluye dos estancias comunicadas para los niños. Dos baños completan la zona de noche. Por su parte, la zona de día, tras la reforma, se divide en un amplio espacio con el recibidor, cocina, salón y comedor con terraza exterior, además de un pequeño lavadero y un aseo.
Piso post reforma
Lavadero . Donde originalmente estaba la cocina, se ha ubicado el nuevo lavadero. Al contar con una distribución estrecha y alargada, se ha optimizado con muebles a medida. El resultado es un espacio funcional que integra lavadora, secadora, almacenaje de ropa, útiles de limpieza y las máquinas de la caldera y la descalcificadora.
La cocina. La cocina original estaba ubicada en una zona interior de la vivienda y ahora, al estar conectada con el salón-comedor, es el punto neurálgico. Está distribuida en forma de U y tiene una amplia isla rectangular como zona de trabajo.
El dormitorio. Uno de los elementos protagonistas es el cabecero, de obra, que va de pared a pared y está diseñado tipo murete con una repisa estrecha en madera que aporta calidez al dormitorio y permite tener espacio como estantería para elementos de decoración.
El salón y recibidor. La pared que originalmente separaba el recibidor del salón se ha sustituido por una acristalada para conseguir más amplitud visual. Se ha colocado un sofá esquinero y la chimenea, de origen, se ha mantenido, pero solo como elemento decorativo.
Dormitorio infantil doble. Las habitaciones de los niños están una al lado de la otra y con puertas de acceso independientes, pero comunicadas desde el interior a través de una gran puerta corredera que distribuye los espacios de dormir y estudio y juegos. De este modo, en un futuro pueden independizarse.