La exinternacional española Verónica Boquete dijo que con la dimisión de Luis Rubiales se ha ganado una batalla contra el machismo en el fútbol pero que se está perdiendo la guerra por lograr cambios profundos en el fútbol femenino español.
"Hemos ganado una batalla pero estamos perdiendo la guerra", dijo la excapitana de la selección española y actual jugadora del Fiorentina italiano, en una entrevista con la revista alemana "Der Spiegel".
"Rubiales vio al fin que no tenía sentido seguir amarrándose a su puesto. Pero queremos un cambio más profundo", agregó.
Boquete, como ya lo había hecho antes, cuestionó el nombramiento de Montse Tomé como seleccionadora alegando que hasta ahora sólo ha sido segunda y que tardó mucho en distanciarse de Rubiales.
"Ha tolerado demasiadas cosas y se distanció muy tarde de Rubiales. No pongo en duda que es una buena entrenadora. Pero, ¿es la mejor que se puede encontrar para el mejor equipo del mundo? Creo que no. Hay otras con más experiencias", dijo.
Según Boquete, el mensaje que se envía ahora es que "como ahora entrena una mujer las jugadores no pueden seguir quejándose".
"Eso no es lo que queremos. Aunque preferimos a Montse sobre Jorge (Vilda) es algo injusto, por eso las jugadoras siguen en huelga", aseguró.
El 'hackeo' del móvil de Jenni Hermoso
En la entrevista, Boquete asegura que, en medio de la polémica sobre el beso de Rubiales a Jennifer Hermoso, el teléfono móvil de esta última fue 'hackeado' buscando cosas para comprometerla y para exonerar a Rubiales.
"Así es la guerra. Sabíamos que no había reglas. El móvil de Jenni fue hackeado Tuvieron acceso a fotos y videos. Luego se filtraron las cosas que podían servir para atacar a la víctima", dijo Boquete al ser interrogada sobre imágenes que muestran a jugadores bromeando sobre el episodio en el autobús.
"En el autobús también hay otros momentos en que las jugadoras dicen que se trata de algo muy serio que no se puede tolerar. Como la FIFA le había prohibido a Rubiales contactar a Jenni él buscó entonces otros caminos", agregó.
Según Boquete si las cámaras no hubieran captado el episodio del beso "Rubiales sería considerado el mejor funcionario del mundo y Jorge Vilda el mejor entrenador" pese a que antes ya había numerosas quejas "sobre determinados comportamientos y condiciones de entrenamientos".
Por otra parte, Boquete dice que la declaración de los jugadores de la selección masculina solidarizándose con Jenni Hermoso llegó demasiado tarde y es insuficiente.
"La declaración es ante todo un intento por esquivar el problema. Los jugadores no quieren preguntas incómodas. Pero ahora se necesitan preguntas incómodas y respuestas valientes", dijo.
"La verdad es que a la mayoría de los jugadores el tema les da igual. Rubiales no los va a besar en la boca. No va a humillarlos. Ellos no tienen que pelear cada día por un trato igualitario. Les resulta difícil ser valientes", agrega más adelante.
Al final de la entrevista, al ser interrogada acerca de si en el futuro prefería entrenador un equipo de hombres o uno de mujeres, se decanta por trabajar en el fútbol masculino.
"No porque no me guste el fútbol de mujeres. También me gustaría trabajar con ellas pero quiero trabajar al máximo nivel y de momento este está en el fútbol masculino. Se trata de una motivación personal. Quisiera demostrar que tengo las mismas capacidades que un hombre para entrenar", explicó.
"Ojalá pronto sea normal que entrenadores y entrenadoras pasen del fútbol femenino al masculino y viceversa. Podría hacer las dos cosas", agregó.