La plataforma de streaming Netflix cuenta ya en su catálogo con la tercera y última temporada de la serie Sky Rojo, que en este desenlace relata, a través de ocho episodios, los acontecimientos que tienen lugar seis meses después de la última batalla. En ella, y manteniendo el reparto original -Verónica Sánchez (El embarcadero, Las trece rosas), Asier Etxeandia (Dolor y gloria, Velvet), Miguel Ángel Silvestre (Velvet, Sense8), la actriz y cantante argentina Lali Espósito (Casi ángeles, Esperanza mía) y la actriz cubana Yany Prado (La doble vida de Estela Carrillo, La reina soy yo)-, se verán también rostros nuevos, como el de Tiago Correa (La casa de las flores, la película; La reina del Sur), y Catalina Sopelana (El vecino, Modelo 77), y contará con la participación especial de Rauw Alejandro.
Varios de sus protagonistas han hablado con ON para contar cómo se ha desarrollado esta tercera y última temporada de esta road movie de persecuciones creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, que ahonda en la brutal realidad que se esconde detrás de la prostitución.
Preguntados sobre qué han sentido rodando esta última temporada, Lali Espósito y Asier Etxeandia aseguran que han sentido “felicidad. Había que terminar”. En ese sentido, Espósito añade que “desde el día uno, desde la primera temporada, sabíamos todos que esto se trataba de una persecución en tiempo real. Esta persecución en algún momento tenía que terminar, así que desde mi lado lo he encarado con mucha alegría”. Y es que, reconoce que “me encanta terminar las historias que empezaste a contar”.
Con esa percepción coinciden también Miguel Ángel Silvestre, Yany Prado y Catalina Sopelana, y en el caso de Silvestre este añade que “creo que es el final que el espectador está esperando, y yo como espectador cuando leí el final pude respirar y aplaudir, así que tengo mucha curiosidad de ver cómo lo recibe el público”.
Pero, ¿cómo ha sido ponerse en la piel de estos personajes para ellos? Al fin y al cabo, a todos ellos los persigue su pasado de una u otra forma, y sus caminos se han encontrado en unas circunstancias terribles. A pesar de todo, las tres protagonistas han conseguido, a lo largo de la serie, huir del camino que se les había marcado, robar a su proxeneta y tratar de llevar una vida normal lejos de todo aquello que tanto daño les hizo. Y es que, tal y como introducen desde Netflix, después de escapar con cuatro millones de euros de su proxeneta, Coral (Verónica Sánchez), Wendy (Lali Espósito) y Gina (Yany Prado) comienzan a ilusionarse con la posibilidad de una vida nueva, en un pueblo pesquero y remoto. Lejos de Romeo (Asier Etxeandia) y de la necesidad de venganza de Moisés (Miguel Ángel Silvestre).
Etxeandia asegura que “siempre estás deseando que te toque un personaje así. En mi caso, tiene todas las aristas, porque es carismático, pero todo el odio del mundo lo lleva él consigo”. Aunque añade que sí es cierto que es “agotador emocionalmente. Ha habido momentos rodando que lo he pasado mal, situaciones en las que tenía que separarme mucho de mí. Me encontraba con situaciones tan difíciles para mí como Asier con ellas, y hasta qué niveles de vejación las sometía Romeo, que había momentos en los que no podía evitar que se me revolvieran las tripas, o sentirme muy mal y tener que hacer un esfuerzo muy grande para no empatizar, porque había que contar esa historia”. Es más, añade que “cuanto más hijo de puta y menos empatizara Romeo, más catarsis se crea y más se glorifica a quien es la víctima, por lo que esto tiene que ser así”.
En el caso de Espósito, subraya que fue “fácil” empatizar con su personaje y con el de sus compañeras “porque estaba muy claro y era muy concreto lo que se estaba contando a través de ellas”. Y afirma además, como “dato no menor”, que han cambiado de directores, que cada capítulo le correspondía a uno. “Como actriz, aprendí mucho a eso, a hacer lo que el director te pida, a defender tu personaje que ya vienes construyendo, etc.”. Sin ir más lejos, la dirección de los nuevos episodios ha corrido a cargo de Óscar Pedraza, Carles Torrens, Jorge Calvo y David Barrocal, que forma además parte del equipo de guionistas junto a Álex Pina, Esther Martínez Lobato y David Oliva.
Y hablando de personajes que suponen un reto interpretativo, Correa afirma, por su parte, que fue “muy desafiante”, y ponerse a prueba era buscar dónde “empatizar con el placer de matar. Eso a mí me costó muchísimo al comienzo. A mí me costó mucho entrar ahí. Realmente, psicológicamente, permitirme a mí, como persona, estar en un lugar (puesto que no solo es matar), porque muchas veces nos toca en escenas que estás matando, pero esto era el saborear ese momento de lo sádico. Fue muy loco ponerme en ese lugar”, afirma. Para prepararse el papel, reconoce que tuvo que hacerse un “lavado de cerebro” con muchas lecturas y muchos documentales sobre asesinos en serie, para poder decir “okey, ellos piensan desde aquí, desde la no empatía”.
Silvestre reconoce por su parte que empatizar era “complejo”. Él confiaba en la lectura final de la serie. “Es verdad que ha habido escenas muy potentes. Para tener el final que vamos a tener se tenía que contar un poco la herida, que además es una realidad por la que pasan estas chicas. En ese sentido, no ha sido fácil interpretar a estos personajes, en mi caso interpretar a Moisés”. Yany Prado, por su parte, explica que cuando regresó en lo particular, después de casi un año, antes de la tercera temporada, fue “un poco más fácil” aunque “al principio siempre te sientes un poco incómoda, y en esa incomodidad está lo increíble, porque como no te sientes cómoda sigues buscando al personaje, y ese trabajo es maravilloso para mí en lo personal”. Sin embargo, como Gina ya había sido parte de ella en la primera y segunda temporada, para esta tercera temporada ya tenía a Gina. “Solo tenía que recordarla otra vez, volverla a sentir”, reconoce, porque sin darse cuenta asegura que hay un cambio hasta en la forma de caminar o de hablar, “y cuando pasa eso es que vas por el buen camino. Es mágico actuar”.
Retos
Para Sopelana, por su parte, el mayor reto asegura que fue entrar en una serie que ya estaba empezada. “Era un reto, y era hacer un personaje que está mucho más en la tierra de lo que estoy yo. Era como aprender a enamorarme un poco de esa sencillez inicial que tiene el personaje, y cómo desde ahí poder entender que con esa forma de ver las cosas se entregue a una aventura como es la que tienen estos personajes”.
Y es que ella es uno de los nuevos rostros. Su personaje tiene una vida sencilla y normal en una gasolinera. “Lleva una vida muy feliz, bonita y fácil, pero de repente conoce a Wendy en la gasolinera. Y estas cosas que pasan, que a veces conoces a alguien y no eres capaz de seguir con tu vida”, añade con cariño. “Y se entrega a todo lo que viene, sin esperar que lo que viene no es solo una nueva vida en pareja, sino todo este percal”.
Otro de los rostros que aparecerán en esta tercera y última entrega será por supuesto, Correa, que encarna en esta ficción a Darwin, el nuevo fichaje de Romeo que, junto a Moisés (Miguel Ángel Silvestre) tendrá que dar caza a Coral, Wendy y Gina.
Sin duda, la serie ha estado repleta de grandes momentos que han combinado drama, tensión, y grandes dosis de acción. Pero, ¿qué pasaría si estos actores solo pudieran quedarse con una escena o momento de la serie? Ellos reconocen que, pasan tantas cosas, que es muy difícil quedarse con una sola. A pesar de todo, en el caso de Etxeandia, una escena de la serie que él escogería es la que vivió en la primera temporada con Yany Prado (Gina, en la serie), que prácticamente es el detonante de lo que llegará después, la huida de las tres protagonistas, la persecución, el robo y el desenlace final que se vivirá en esta tercera temporada. “Me gustó mucho, y tardamos muchísimo en rodarla”, reconoce, y añade, de esta tercera temporada, sus momentos con “Tiago y Miguel Ángel”. “Hay una cosa que siempre me ha gustado de la serie, todos los momentos en off de lo que piensa Coral son filosofía pura y dura”, asegura.
Para Espósito, por su parte, un momento para el recuerdo es el comienzo de la segunda temporada, así como las escenas “junto a Yany y Vero, porque hicimos como una unión las tres que traspasa la pantalla. Tenemos momentos muy épicos en esta persecución entre las tres”.
Tiago Correa, por su parte, introduce que un momento al que tiene mucho cariño de esta última temporada es el cruce con Wendy (Lali Espósito), porque “es muy loco, nosotros estamos todo el rato persiguiendo una manzana que nos quitan todo el tiempo, y el primer momento que me cruzo con el otro lado pienso aquí está, todo lo que he hecho es por esto”.
Entre risas, Espósito asegura que “sentí mucho miedo de actuar con Tiago. Su personaje es increíble”.
Persecución
En esta tercera entrega continúa, por tanto, la persecución, y Silvestre asegura que “la serie va a ser emoción y acción, emoción y acción, dejando a un lado ya la herida que tienen ellas. Es momento para la revancha y para la venganza, así que es un poco de lo que consta esta tercera temporada”, rememora, al tiempo que Prado asegura que los creadores “lo han hecho muy bien. En cada capítulo pasa algo”.
Y es que, relata que el final es “inesperado, sorpresivo, que va a dar mucho de qué hablar”. Que es precisamente lo que afirma que esperan conseguir, que haya “un diálogo entre todos los que vean la serie, que cuando vean este final, la historia entera, estén hablando todo el tiempo de Sky Rojo. Eso es lo que causa, creo, la serie. Va a dar mucho de qué hablar Sky Rojo”.
Y es que, quienes se sienten frente a la pantalla para ser testigo de esta tercera temporada de la serie se quedarán atrapados hasta el último momento, hasta el último capítulo, con esta persecución que comenzó hace ya dos años y que ahora toca a su esperado final.