Un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en 1972 realizaron un informe en el cual concluyeron que en un momento la sociedad buscará más para crecer de manera económica sin tener en cuenta los costos ambientales y sociales.
La fecha estaba prevista para la mitad del siglo XXI. A partir de esto, un nuevo estudio se llevó a cabo y el mismo brinda evidencia que esto podría llegar a ser una realidad.
Esta nueva investigación fue realizada por un equipo de expertos de una de las firmas de contabilidad más grandes del mundo, KPMG. Dentro de este estudio se hizo una comparación con los nuevos datos empíricos y los resultados obtenidos por MIT en 1972. De este ejercicio concluyeron que en ambos se obtuvieron respuestas similares.
A partir de esto, la directora de Asesoría, Auditoría Interna y Riesgo de Enterprise comentó que “dada la perspectiva poco atractiva de un colapso, tenía curiosidad por ver qué escenarios se alineaban más estrechamente con los datos empíricos de hoy”.
Además la directora se centró en diez variables como la producción en las industrias o en la contaminación que se está dando en diversos lugares. Es por este análisis que se descubrió que la mentalidad de las personas pone mucha importancia en los negocios por encima de todo.
El colapso social está a la vuelta de la esquina
La experta aseguró, ante las dudas y miedos acerca de los malos resultados, que esto “no significa que la humanidad dejará de existir, pero sí que “el crecimiento económico e industrial se detendrá y luego disminuirá, lo que dañará la producción de alimentos y el nivel de vida”.
Y es que, además, el estudio realizado en 1972 señala al pasado año como el punto de inflexión para la sociedad, algo que sorprende a la comunidad de expertos.
Para el año 1973, un artículo de ABC sostuvo que “alrededor de 2020, la condición del planeta se vuelve muy crítica. Si no hacemos nada al respecto, la calidad de vida se reduce a cero”.
La directora del proyecto utilizó un software igual que el usado durante la primera investigación, y analizó variables como: población, tasas de fertilidad, tasas de mortalidad, producción industrial, producción de alimentos, servicios, recursos no renovables, contaminación, bienestar humano y huella ecológica.
Los resultados obtenidos fueron iguales. A pesar de esto, el nuevo estudio indica que el progreso tecnológico y una mayor inversión en servicios públicos podría ayudar a alejar a la población del posible colapso.
No hay que perder la esperanza pero sí intentar como sociedad hacer un gran esfuerzo para cambiar el objetivo que actualmente rige las vidas de cada uno y así poder evitar el peor de los escenarios.