Las bandas de heavy metal suelen cerrar sus conciertos con una balada melancólica. Opel hace algo parecido con el repertorio formal del Astra, rubricado con una variante Sedán de silueta clásica y porte esbelto. Esta cuarta ejecución del catálogo pone punto y aparte a un proyecto que, no obstante, podría alcanzar la prórroga por medio de una incierta hipótesis coupé cabrio. El Sedán es una invitación abierta a los clientes de gustos tradicionales, que no suelen ser precisamente los más entrados en años.
No es la única innovación que registra la gama Astra. Opel tardó más de lo previsto en desarrollar la última generación de este modelo estratégico, demora que provocó un serio desfase con relación a una competencia que nunca concede tregua. Sin embargo, la casa alemana aprovechó bien el tiempo y, pese al retraso, terminó poniendo en escena un producto atractivo y convincente. Hoy el Astra ha recuperado con creces el terreno perdido, llegando a consolidarse como uno de los referentes de su categoría. Se confirma así que a veces llegar de los últimos permite extraer valiosas conclusiones de las experiencias del prójimo.
En los próximos meses, además de esta propuesta formal de tres volúmenes, que podría pasar por un Insignia a escala contenida, el Astra va a ofertar nuevas motorizaciones. Una de las más llamativas será la 2.0 BiTurbo CDTI, unidad compartida con su hermano mayor que arroja 195 CV de potencia y aporta 400 Nm de par motor. Este superdiésel se montará a partir de octubre en el familiar Sports Tourer, en el compacto de cinco puertas y en el GTC de tres accesos.
Pero si de prestaciones fuera de lo común se trata, el protagonista indiscutible del clan es el OPC, tentador deportivo para entendidos impulsado por un motor de gasolina 2.0 litros con inyección directa que espolea 280 caballos. Ese potencial se traduce en movimientos vertiginosos: galopa limitando su velocidad punta a 250 km/h y es capaz de saltar de 0 a 100 km/h en 6 segundos.
En las antípodas de tan efervescente ejecución se sitúan las versiones animadas por el eficiente propulsor 1.7 CDTI ecoFLEX, disponible con variantes de 110 CV y 130 CV. Amabas alcanzan un excelente compromiso entre agilidad y austeridad al homologar un promedio ideal de gasto de 3,7 litros, lo que propicia limitar sus emisiones de CO2 a 99 g/km.
A principios de 2013 Opel tiene previsto incorporar a la plantilla del modelo intermedio las primeras unidades de una moderna generación de motores de gasolina ECOTEC SIDI (Spark Ignition Direct Injection o Encendido por Bujía Inyección Directa). Son mecánicas de 1.6 litros sobrealimentadas por medio de turbocompresor que anuncian consumos ajustados y una respuesta satisfactoria. Aparecerán varias facturas, la más solvente de todas con 200 caballos.
El Astra contemporáneo destaca por ser uno de los primeros automóviles de clase media en pertrecharse con recursos técnicos hasta hace poco patrimonio de las berlinas de gama superior. Son complementos concebidos para fomentar tanto la seguridad como el bienestar del usuario, que el modelo incluye bien de serie o bien a modo de opción. Sobresale en esa relación de sofisticaciones la cámara frontal Opel Eye, que coordina un sistema mejorado de reconocimiento de señales de tráfico, aviso de cambio involuntario de carril, indicador de distancia de seguridad y alarma de colisión.
Otros elementos innovadores puestos al servicio del Astra son la cámara de visión trasera, el sistema de Iluminación adaptativa (alterna de forma inteligente luces largas y cortas, además de alumbrar el interior de las curvas), el asistente de aparcamiento avanzado, la alerta de ángulo muerto y un control adaptativo de crucero basado en radar que incluye sistema de frenado automático ante una colisión inminente (funciona entre 50 y los 180 km/h).