Pionero y promotor de la hibridación, Toyota está empeñado en demostrar que este innovador sistema que compagina propulsión térmica y eléctrica es tan viable como rentable. Para contribuir a su popularización lo ha extendido del Prius al Auris y ahora lo adapta al escueto Yaris. El utilitario estrena así una versión HSD (Hybrid Synergy Drive) que promete registros de consumo y de emisiones sumamente contenidos: reclama oficialmente 3,5 litros cada cien kilómetros, promedio que desciende a 3,1 en recorridos urbanos, por lo que el volumen mínimo de dióxido de carbono queda en 79 g/km. Esa austeridad permite rentabilizar poco a poco un desembolso -el Yaris híbrido parte de 15.900 euros- que es apreciablemente superior al requerido para adquirir la versión diésel equiparable.

El constructor japonés apaña para el compacto su ya más que contrastado sistema propulsor híbrido. La talla sucinta del nuevo destinatario obliga a comprimir sus componentes. Por ese motivo el motor de gasolina de 1,8 litros es sustituido por otro de 1,5 litros que rinde 74 CV; trabaja coordinado con otro eléctrico (45 kW) y juntos brindan un rendimiento final de 100 caballos. Hay un segundo motor eléctrico que desempeña la función de generador para recargar la batería. El propulsor térmico y el eléctrico se alternan o se apoyan trabajando simultáneamente en función de las solicitudes del acelerador.

El manejo del Yaris HSD resulta muy sencillo, en parte gracias al cómodo y tranquilo cambio automático de variación continua que incorpora. Es un coche especialmente agradable para moverse entre calles, donde destaca por su suave pero intensa aceleración y por un bajo nivel sonoro. El sistema motriz ofrece la posibilidad de rodar en modo exclusivamente eléctrico, aunque solo durante un par de kilómetros y sin rebasar los 50 km/h. A diferencia del Auris semejante, este Yaris híbrido conserva intacto su hueco de carga (285 litros) puesto que las baterías y el depósito de carburante van alojados bajo la banqueta del asiento posterior.

La nueva interpretación del compacto establece desde el principio claras diferencias respecto a sus hermanos. Es fácilmente reconocible debido a las modificaciones estéticas que asume. Ostenta un frontal con mejor coeficiente aerodinámico al estrenar grupos ópticos, parrilla frontal y paragolpes de nuevo cuño. También aplica una política de equipamiento más generosa, o más acorde a su tarifa.

Toyota comercializa el Yaris HSD con envase de cinco puertas y le asigna dos calidades de terminación específicas (Active y Advance). Con la primera reclama 15.900 euros, precio al que habría que restar posibles ayudas de la administración. El acabado más ambicioso, que obliga a apoquinar un suplemento de 1.700 euros, completa las buenas dotaciones iniciales con detalles como programador de velocidad, acceso y arranque sin llave, volante y pomo del cambio revestidos de cuero, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, llantas de aleación y proyectores antiniebla.