Desde que se declaró el estado de alarma en marzo la distancia física está más presente que nunca en las recomendaciones que hacen las autoridades sanitarias. Es un sonsonete con el que vamos a convivir durante muchos meses, porque tal y como no se cansan en repetir hasta la saciedad, debemos continuar con unas pautas estrictas de distanciamiento social, ya que de no ser así podrían volver a dispararse los contagios y todos retrocederíamos incluso a la casilla de salida. La distancia física permanecerá ahí en prácticamente todos los actos que realizamos en nuestra vida, a pesar de que parece que se ha avanzado mucho en la lucha contra el covid-19. A saber.

En el transporte público. Tal y como se conocía antes de la pandemia, la hora punta ya no podrá existir como antes. Lo hará inviable la recomendación sanitaria de limitar la capacidad de trenes y autobuses a un máximo del 33% de su capacidad. En este sentido se ampliará la oferta, y por mor del teletrabajo se reducirá la afluencia, aunque en todo caso siempre hay que mantener un metro y medio de distancia con los demás viajeros (ya sea en el metro o en el autobús), así como llevar puesta la mascarilla en todo momento. En cuanto a los taxis o VTC, solo debe viajar una persona en cada fila de asientos. La bicicleta se está postulando como el principal medio de transporte para facilitar el distanciamiento social de camino de trabajo; es una alternativa saludable y económica (mejor también con mascarilla, aunque no es obligatoria).

Peluquerías. Para su reapertura se establecieron una serie de recomendaciones, entre ellas una buena gestión de la agenda y del local. Todavía tendremos mucho tiempo por delante en los que habrá que usar mascarillas y tener una organización diferente de los salones.

Supermercados. Hay que continuar, y por mucho tiempo, manteniendo los dos metros de distancia con el cliente anterior y no poner la compra en la cinta hasta que haya terminado. Una vez colocada, hemos de procurar guardarla en las bolsas con cierta rapidez, así como no hablar más de lo necesario con el personal de la caja. Y por supuesto, no toquitear todo el género (los guantes son aquí fundamentales, por respeto).

Trabajo. Los trabajadores tienen que poder mantener también la distancia interpersonal de dos metros, tanto en la entrada y salida al centro de trabajo como durante la permanencia en el mismo. En este sentido, se plantea que se puede precisar la adaptación de horarios y la flexibilización de accesos al centro laboral, así como la suspensión del fichaje por huella dactilar.

Tiendas de ropa. De momento hay que actuar exactamente igual que en los supermercados: mínimo, dos metros de distancia. Además, se aplicará un estricto protocolo de seguridad con mascarillas, toma de temperatura, pantallas protectoras en la zona de la caja€ Y siempre es mejor pagar con tarjeta. Los comerciantes van tomando diversas medidas (como la cuarentena, o aplicar distintos productos) para dejar las prendas ya probadas por otras personas en perfectas condiciones sanitarias para las siguientes.

Por qué funciona

Si se hace de una manera correcta y a gran escala, la distancia social rompe o disminuye notablemente la cadena de transmisión. Las personas pueden transmitir el coronavirus desde al menos cinco días antes de mostrar síntomas. La distancia social limita el número de individuos con los que un infectado tiene contacto (y a los que potencialmente puede contagiar) aún antes de darse cuenta de que tiene el virus. Es muy importante tomarnos en serio la posibilidad de habernos expuesto al virus y hacer cuarentena. La cuarentena individual debe durar 14 días para cubrir el periodo de tiempo durante el cual pueden presentarse síntomas de covid-19. Si después de dos semanas la persona no tiene síntomas, entonces es razonable terminar el aislamiento. La cuarentena se podrá acortar, en el caso de individuos asintomáticos, en la medida en que haya test disponibles para descartar el virus.