Decenas de miles de personas salieron hoy a las calles de Roma para protestar contra las políticas sociales y económicas del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, y a favor de la Constitución, en una gran manifestación en la que pidieron el final de la precariedad laboral, un futuro sostenible y una sanidad y una educación públicas sin recortes.

La manifestación, convocada por el mayor sindicato del país, la CGIL, bajo el lema "El camino correcto, juntos por la Constitución" con el apoyo de más de cien organizaciones de la sociedad civil, reunió a unas 100.000 personas, según los organizadores, aunque las fuerzas del orden rebajaron la participación a 35.000 manifestantes, según los medios locales.

El objetivo de la protesta "es unir este país en torno al mensaje de que los derechos fundamentales recogidos en la Constitución deben ser aplicados", dijo el secretario general del CGIL, Maurizio Landini, que aseguró que es "el momento de acabar con la resignación".

En un ambiente reivindicativo, pero también festivo, los participantes ondearon banderas multicolores de todas las organizaciones convocantes, laicas y católicas, y entonaron cánticos como Bella Ciao, mientras reclamaban un aumento de los salarios y las pensiones, la lucha contra la pobreza y las guerras y unas sanidad y educación públicas mejores, además de una mayor protección del medio ambiente.

También hubo eslóganes a favor de la Constitución y contra la "autonomía diferenciada", un proyecto de ley con el que el Gobierno de Meloni quiere que las regiones puedan asumir competencias y que los convocantes temen que aumenten las diferencias entre el rico norte del país y el sur más pobre.

Dos marchas salieron a las 13.30 horas locales (11.30 GMT) de distintas partes de la capital para confluir hora y media después en la Plaza de San Juan, escenario emblemático de las protestas sindicales y sociales del país y donde se sucedieron las intervenciones de los líderes de algunas asociaciones convocantes, que culminaron con la de Landini.

"Mientras bajan los salarios y las pensiones, los beneficios nunca han aumentado tanto en nuestro país. Y el Gobierno, en lugar de actuar con los impuestos, continúa gravando el trabajo asalariado y a los pensionistas y no combate una evasión fiscal que alcanza los 110.000 millones", afirmó el líder sindical.

Y también reclamó un salario mínimo que no existe en Italia, mientras los manifestantes coreaban con la palabra repetidamente la palabra huelga.

"Ha llegado el momento de introducir un salario mínimo por hora por debajo del cual no se pueda pagar a ningún trabajador: 5-6 euros por hora son salarios de hambre, inaceptables", dijo.

A la manifestación se unieron también las principales fuerzas  del centro-izquierda y entre los participantes se encontraba  la líder del Partido Demócrata PD y de la oposición, Elly Schlein, quien definió la jornada como "un gran día de participación, sobre salud pública, sobre salarios".

"Salimos a la calle con todas las personas que están cansadas de ver el sistema de salud puesto en riesgo por los recortes del gobierno de Giorgia Meloni. Estamos al lado de todos los que piden justicia social y salarios dignos", dijo.

El Movimiento 5 Estrellas también estuvo presente, aunque no su líder, Giuseppe Conte, quien sin embargo expresó su apoyo a la protesta contra un  Gobierno que "hace maniobras presupuestarias que no dan ninguna perspectiva de crecimiento, ninguna perspectiva de intervención para remediar las dificultades de las familias".