- El fracaso electoral del Partido Socialdemócrata portugués (PSD, centroderecha) abre la puerta de salida a su líder, Rui Rio, y precipita una crisis interna agravada por la mayoría absoluta socialista y el meteórico crecimiento de la extrema derecha en Portugal. “No veo cómo puedo ser útil en este marco al PSD”, admitía un Rio devastado por la derrota: 28% de votos, uno de los peores resultados cosechados por el partido.

Los sondeos fallaron una vez más en Portugal y el hombre que apenas hace unos días mencionaba “ministrables” para un Gobierno conservador es señalado como el gran responsable de la “travesía del desierto” que se abre para el PSD.

No es sólo la aplastante victoria socialista, es también el meteórico avance de Iniciativa Liberal y, sobre todo, del ultraderechista Chega. La moderación de Rio frente a los socialistas y su disposición al diálogo en caso de empate le han pasado factura. “Quizá Rio ayudó a Costa. Al admitir viabilizar un Gobierno socialista, ayudó a los indecisos a votar por el original y dejó a la derecha suelta”, apuntaba la analista Helena Pereira.

Presionado por IL y Chega, “la política del PSD será más a la derecha”, adelantaba a Efe el politólogo José Pinto. Aunque de la mano de encuestas fallidas Rio logró devolver la esperanza a su partido, las bases del PSD le marcan la salida y piden un congreso extraordinario con urgencia.

La derrota del PSD arrastró a su aliado natural, los democristianos del CDS-PP, un partido que contribuyó decisivamente a la transición democrática y que desaparece de la Asamblea. Una corona de flores frente a su sede en Lisboa invitaba ayer a su funeral.

“Se acabó la oposición suave”. El ultraderechista André Ventura adelantó la noche del domingo su intención de convertirse en el “azote” de Costa en el Parlamento. La suya es la otra gran victoria de la jornada electoral y no por anunciada es menos impactante: De uno a 12 escaños.

Salido de las filas del PSD y católico practicante, este antiguo comentarista deportivo ha crecido en las urnas con un mensaje provocador y xenófobo que alimenta el escándalo y, de paso, asegura sus apariciones en los medios.