- La Fiscalía Nacional Antiterrorista francesa asumió ayer la investigación del asesinato de una agente de policía cerca de París, que falleció poco después de haber sido apuñalada. Fuentes judiciales indicaron que la investigación se abrió por asesinato de una persona depositaria de la autoridad pública en relación con una organización terrorista y por asociación terrorista.
Los hechos tuvieron lugar en la comisaría de Rambouillet, a unos 50 kilómetros al suroeste de la capital, y su agresor, de nacionalidad tunecina, según los medios, murió también como consecuencia de los disparos recibidos al ser arrestado.
El fiscal nacional antiterrorista, Jean-François Ricard, explicó ante la prensa que su oficina se hizo cargo del caso “por el desarrollo de los hechos, que incluye elementos de localización. También por su realización, la modalidad del crimen, el tipo de víctima y las declaraciones del autor en el momento de los hechos”.
La emisora France Info detalló que el agresor tenía 36 años, llegó a Francia en 2009 y no estaba fichado por los servicios de inteligencia.
La cadena BFM TV añadió que entró en el país de forma ilegal, regularizó su situación en 2019 y trabajaba como repartidor.
El primer ministro fránces, Jean Castex, que se desplazó hasta el lugar para conocer de primera mano lo sucedido, denunció ante los medios que la mujer fue asesinada “de forma cobarde y en condiciones dramáticas”.
Por su parte, el jefe de Gobierno rindió homenaje a los agentes que “neutralizaron inmediatamente” al terrorista y subrayó a la población que la determinación del país para luchar contra el terrorismo “está más intacta que nunca”.
Antes de acudir al escenario del ataque, Castex destacó en Twitter que Francia acababa de perder “a una de sus heroínas cotidianas en un acto bárbaro”.
Rambouillet se encuentra en el mismo departamento, el de Yvelines, que la localidad de Magnanville, donde en junio de 2016 un hombre mató con arma blanca a una pareja de funcionarios de policía en la vivienda de estos y posteriormente fue abatido por las fuerzas del orden.
Yvelines es también el mismo departamento en el que el profesor de secundaria Samuel Paty fue decapitado el pasado 16 de octubre tras haber enseñado en clase una imagen de Mahoma, un asesinato que extendió en el país el debate sobre la libertad de expresión o el derecho a la blasfemia.
“Los mismos horrores, la misma infinita tristeza pensando en los allegados y en los compañeros de esta policía asesinada, los mismos perfiles culpables de esta barbarie, las mismas motivaciones islamistas... No podemos más”, escribió en Twitter la líder ultraderechista Marine Le Pen.
El lugar, al que también acudió el ministro del Interior, Gérald Darmanin, fue acordonado con la presencia de numerosos agentes de policía y de bomberos.
El terrorismo está muy presente. El jefe de Gobierno homenajeó a los agentes que detuvieron al terrorista y aseguró que la lucha contra el terrorismo está muy viva.
La otra víctima. En el mismo departamento falleció el profesor Samuel Paty, también a manos de un terrorista. La ultraderechista, Le Pen, asegura que no se puede seguir aguantando estos asesinatos por culpa del islam.
El primer ministro acudió al lugar de los hechos para conocer los detalles y aseguró que el asesinato de la policía fue un acto cobarde.