Bruselas - La Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM) solo comenzará a llamarse República de Macedonia del Norte si los macedonios lo aprueban en un referéndum que tendrá lugar el próximo 30 de septiembre. Este lunes el parlamento ha dado un paso adelante aprobando la fecha, aunque lo ha hecho por un estrecho margen y con el apoyo del partido de gobierno socialdemócrata y la minoría albanesa. El VRPO-DMNE, adscrito al Partido Popular Europeo, abandonó la sala antes de la votación, ya que no apoya este método, obligatorio según su propia Constitución.

La pregunta no cuestionará a los macedonios simplemente si quieren cambiar el nombre del país, sino que realizará un verdadero plebiscito sobre el futuro del país, reclamando el apoyo indirecto a la adhesión del país a la Unión Europea y la OTAN: ¿Apoya la integración en la Unión Europea (UE) y la OTAN al aceptar el Acuerdo entre la República de Macedonia y la República de Grecia?

Es una estrategia que Zoran Zaev, primer ministro macedonio, se ha visto obligado a hacer ante la poca pasión que un proceso que podría poner fin a 27 años de conflicto con Grecia. Por la contra, los macedonios son muy favorables a unirse a estas dos instituciones, algo hasta ahora vetado por sus vecinos helenos.

Después de años de desencuentros y polémicas los dos países del sureste de Europa han conseguido un acuerdo muy trabajado, aunque ahora todo podría volar por los aires con el voto popular. El referéndum necesita el 50% de participación, además de otro 50% de sufragios afirmativos para salir adelante. Aunque las primeras encuestas no daban un resultado nada halagüeño en ninguna de las dos partes, parece que la vinculación cambio de nombre-entrada en la UE y OTAN está haciendo un efecto llamada.

Sea por miedo a seguir per secula seculorum con el veto griego a entrar a ellas o por ser lo menos malo, una encuesta del medio local MKD revela que el 52,1% votaría no a la modificación, por un 47% que introduciría en la urna un sí.