Las tierras navarras que forman el eje o corredor del Ebro, desde Mendavia a Cortes, son productoras de hortalizas que tradicionalmente se han cultivado en explotaciones familiares, con técnicas que se han transmitido y depurado a lo largo de generaciones. Desde antaño se ha proporcionado esta materia prima a la industria de la zona para su elaboración.
En el Reyno crece un patrimonio gastronómico en forma de ricas verduras. La alcachofa, el espárrago, la borraja, el cardo, el cogollo o el pimiento del piquillo destacan en esta fiesta culinaria. Además, hay 6 Denominaciones de Origen, 6 Indicaciones Geográficas Protegidas y 4 Certificaciones de Calidad que garantizan la excelente calidad de estas verduras. Así, no es de extrañar que en Navarra se encuentre el pueblo con más denominaciones de origen de España: Mendavia, con 11 certificaciones en tan solo 78 km cuadrados.
Disfrutar del tapeo por Zaragoza
Alto nivel culinario en pequeño formato. Las tapas son esa cocina en miniatura que llevan a relacionarse directamente, pues se toman de pie en la barra de un bar o restaurante. Entre el jamón con chorreras, tapa tradicional con pedigrí zaragozano, y La mar de pincho, elegida mejor tapa de España en el concurso nacional de Valladolid, 2018, hay todo un abanico de posibilidades para comerse Zaragoza, a pequeños bocados. De hecho, más de 110 establecimientos compiten cada noviembre, en el concurso local dedicado a la tapa que, el más antiguo de España. Entre la plaza del Pilar y la de España se ubica El Tubo, un entramado laberíntico de calles cuajado de bares con estos manjares. Sumamos la calle Mayor, el barrio de La Magdalena, la calle Heroísmo, el barrio de El Gancho... Y otra tradición cómplice del tapeo es salir a tomar el vermú. Encurtidos, salmueras y los tradicionales fritos como las croquetas, las gambas Orly o las empanadillas acompañan como nada a esta bebida, por ejemplo, en las bocacalles del dinámico paseo de la Independencia.
La parrilla, tradición guipuzcoana
Gipuzkoa habla de su "gran cocina de autor que comienza con la materia prima". Y repasa: "Ir al mercado es el primer paso". Destaca los que se celebran los miércoles en Ordizia y los sábados en Tolosa. Es un placer "perderse entre los puestos y las conversaciones entre clientes y baserritarras que viene de los caseríos a vender sus productos". Algo que todos buscamos: "La frescura del producto", esencial, y sublime ya en las parrillas. Toda una tradición ya que no es el modo sencillo de cocinar. "Es el arte de sacar de las brasas la jugosidad del producto y de intensificar todas sus características organolépticas". Se compara con la creación artesanal de quesos, como el Idiazabal, con leche de oveja latxa, endémica de la región. "Una tradición y un arte".
La dulce Bizkaia
Que a nadie le amarga un dulce es muy cierto. Y los de Bizkaia son deliciosos, también. Sus pasteles poseen orígenes de lo más curiosos. La característica Carolina es toda una institución en Bilbao. Dicen que fue un regalo de un pastelero de la villa a su hija del mismo nombre. Sin olvidar el bollo de mantequilla que se debe a una pareja pastelera suiza. Y es que en todos los pueblos de Bizkaia hay una dulce tentación en cada escaparate. Son también deliciosos en este patrimonio gastronómico el pastel de arroz, el turrón Sokonusko, los jesuitas, el pastel ruso o los caramelos de malvavisco.
Pescado, carnes, quesos, dulces...
En Cantabria se pueden encontrar muchos productos típicos, cuya elaboración ha llegado hasta nuestros días tal y como se realizaba hace cientos de años. Algunos tienen el distintivo de denominación de origen, como tres quesos: Queso de Cantabria, Quesucos de Liébana y Queso Picón Bejes-Tresviso.
El aguardiente de orujo con Denominación Geográfica Orujo de Liébana es otro de los productos cántabros que gozan con mayor reconocimiento. Las carnes y embutidos amparados bajo del distintivo de Indicación Geográfica protegida; conservas de pescado de Laredo, Santoña y Castro Urdiales en las que se produce mayoritariamente la semiconserva de la anchoa, acaparando entre las tres localidades el 80% de la producción nacional y dulces como quesada pasiega o el universal sobao pasiego.