Bilbao, de industrial a cosmopolita
Las ciudades cambian, se transforman, se reinventan a medida que lo hace la sociedad y sus necesidades. Bilbao ha sufrido esa mutación y ha renacido con fuerza de sus cenizas: ha dejado de ser una ciudad gris e industrial para convertirse en un claro ejemplo de urbe cosmopolita. El mejor símbolo de la transformación de la capital vizcaina es el Museo Guggenheim, obra de Frank Gehry, cuya arquitectura desafiante y curvilínea deja al visitante con la boca abierta. Un estilo de diseño moderno y elegante presente en la ciudad, empezando por el paseo de Abandoibarra, que se extiende a lo largo de la ría y desde donde se divisan otros nuevos edificios imponentes como las Torres Isozaki o la de Iberdrola. Con la ventaja de recorrer las distancias a pie o utilizando el metro y el tranvía prescindiendo del coche. El transporte facilita llegar a la playa un día de arena y agua usando la línea 1 del metro hacia la costa.
Donostia, un lugar para enamorarse
La capital guipuzcoana es considerada una de las ciudades más bonitas del mundo. Cada año se cuela en alguno de los rankings elaborados por agencias de viajes y revistas especializadas. La evidencia habla por sí sola. Donostia es una ciudad que encandila. Darse un baño en la playa de La Concha o estirar las piernas a lo largo de la bahía mientras a lo lejos se divisa el monte Igeldo y la isla de Santa Clara es un gusto para los sentidos.
Además de su belleza natural, Donostia traslada esa elegancia y magnitud a sus edificios y arquitectura urbana: edificios, puentes y plazas como el Teatro Victoria Eugenia transportan al viajero hasta la Belle Époque, caracterizada por la prosperidad económica y social. A esto se añade su rica oferta cultural y de ocio. El Ayuntamiento ha apostado por la cultura y volverán poco a poco a la normalidad y a celebrarse el Festival de Jazz, la Quincena Musical, el Festival Internacional de Cine o la programación de Chillida Leku. Una oferta de lo más completa para relanzar la ciudad durante el verano.
Callejear por las Siete Calles
Bilbao es una referencia internacional de regeneración urbana y un importante destino turístico y de congresos. Pero en el corazón de la ciudad, sigue latiendo su esencia: el Casco Viejo o Siete Calles que fue rehabilitado tras las inundaciones de 1983 sigue siendo el lugar de encuentro entre cuadrillas y familias. Invita a deambular sin prisa en este entresijo de vías peatonales repletas de comercios y visitar los abundantes bares y restaurantes que inundan sus barras de pintxos exquisitos.
Parque Natural Aiako Harria
Situado en el extremo oriental de Gipuzkoa este parque natural encandila al visitante por sus diversos senderos, decenas de pozos y galerías mineras. Desde las cimas de Irumugarrieta (806 m), Txurrumurru (821 m) y Erroilbide (843 m) se puede contemplar la belleza de la bahía de Txingudi donde se divisan las poblaciones de Hondarribia, Irun y Hendaia. El barranco de Aiztondo, con una sobrecogedora cascada de 100 metros de desnivel, es otro enclave a visitar y, desde luego, inmortalizar.
La Parte Vieja de La Bella Easo
Donostia cuenta con múltiples atractivos que hacen las delicias de los turistas, pero si hay una que se lleva la palma es la Parte Vieja. Entre el puerto y la desembocadura del río Urumea se erige este núcleo antiguo repleto de restaurantes, bares, sociedades gastronómicas y tiendas sorprendentes. También ahí encontramos la iglesia de San Vicente y la basílica de Santa María del Coro, dos construcciones históricas que se conservan en perfecto estado y exhiben toda su solemnidad.