UN cóctel de misterio, maldad y venganza trenzada con habilidad a la vida de las clases populares ha convertido a la telenovela Avenida Brasil en un fenómeno sociológico en ese país donde su final congregó a un 84 % de la audiencia, y que ahora se estrenará en Cuatro.

Creada por João Emanuel Carneiro, guionista de la película Estación Central, es la historia de Nina, una niña abandonada a su suerte en las calles de Río de Janeiro y rescatada de un vertedero por una familia argentina. A diferencia de la gran mayoría de las telenovelas brasileñas, Avenida Brasil, el eje que atraviesa gran parte de la ciudad de Río, centra su historia en personajes de clase media y baja, lo que le dio desde un principio gran popularidad en el país, donde se emitió en 2012 con una media del 69 % de cuota de pantalla. Las tramas de la serie, ilustrada con una banda sonora en la que aparecen temas de Coldplay, Katy Perry o Shakira, arrancan cuando Nina, interpretada por Debora Falabella, busca en su mayoría de edad explicaciones y venganza ante la fría y ambiciosa Carmina (Adriana Esteves), quien la arrojó de niña a un vertedero, para lo que contará con la ayuda de Jorge (Caua Reymond).

El capítulo final, emitido el 26 de octubre de 2012, supuso un auténtico fenómeno sociológico en Brasil, con calles desiertas a la hora de emisión, y para la que el Operador Nacional del Sistema Eléctrico dispuso un plan especial ante el aumento de demanda de la energía. Las previsiones se cumplieron y el final de la telenovela fue visto por más de 50 millones de personas, un 84 % de cuota de pantalla. Con esta serie la productora brasileña Globo ha establecido un récord de comercialización internacional al vender sus derechos de emisión a cadenas de 125 países.

Un éxito que Debora Falabella "no imaginaba" y que atribuye a que "las familias son muy parecidas en cualquier parte del mundo", y a que es "una historia de amor y de venganza, que son temas universales. Una buena historia, muy bien contada, tiene ingredientes para conquistar a audiencias del mundo entero".

Para Caua Reymond, el éxito estriba en que, partiendo de la tradición de buenas historias y elencos del género en América, "la tecnología nos ha permitido salir de los platós y trasladarnos a las calles, utilizar las calles como escenario". En Argentina, donde fue estrenada el 16 de diciembre, ha llegado a alcanzar el 60 % de share y algunos de sus actores han ganado tanta fama que ya copan reportajes en periódicos de ámbito nacional. Una fama que la actriz que interpreta a "la mala del serial", Adriana Esteve, sufrió en sus propias carnes: "Carmina es tan extrema y tan dura que creo que el público me cogió miedo, y al terminar de grabar tuve que teñirme y cortar el pelo para sentir que rompía con el personaje.