La Policía Nacional, en colaboración con la Armada, ha abordado un velero que se dirigía a las costas del estado con 50 fardos que contenían 1.500 kilos de cocaína, en una operación en la que han sido detenidos sus cuatro tripulantes y se ha procedido al hundimiento de la embarcación en pleno océano Atlántico.

Se trata de la sexta embarcación intervenida a organizaciones criminales del Este, consolidadas como las líderes en el tráfico de drogas por vía marítima, según destaca este lunes la Policía Nacional, que ha intervenido 13 toneladas de cocaína en lo que va de año.

Las pesquisas sobre el narcovelero se iniciaron, sin embargo, a principios de 2022, cuando los agentes recibieron información sobre personas que iban a utilizar el estado como punto logístico para llevar a cabo una gran operación de cocaína.

Con el avance de la investigación, los agentes detectaron en un puerto de Alicante el velero que iba a ser utilizado por la organización, e identificaron plenamente a sus tripulantes. La embarcación, que afirmaba tener pabellón de Estados Unidos, navegó hasta Tenerife donde recaló facilitando datos falsos y cambiando su bandera por la de Bulgaria.

En un primer momento los investigados se desplazaron desde Tenerife a Sudamérica, llegando a Brasil, donde tuvieron que reparar la embarcación para poder navegar hasta el Caribe. A finales del pasado mes de abril, una vez que terminaron de acondicionar el velero, navegaron desde la isla de Santa Lucía hacia el sur con la finalidad de recibir la mercancía ilícita que se había acordado transportar hasta el estado.

Una vez cargados los 50 fardos de cocaína, la embarcación inició rumbo al estado haciendo frente a las difíciles condiciones del océano Atlántico y subsanando los diferentes problemas mecánicos que fueron surgiendo.

A finales de mayo se realizó un operativo marítimo conjunto entre la Policía Nacional y la Armada que finalizó con el abordaje del velero a más de mil millas náuticas del estado.

Los agentes detuvieron a los cuatro tripulantes de la embarcación -de origen búlgaro, francés y sueco- y localizaron 50 fardos que los investigados no pudieron ocultar en la estructura de la embarcación.

Asimismo, se procedió al hundimiento de la embarcación en pleno Atlántico debido al mal estado en el que se encontraba y al peligro que entrañaba para las personas que se encontraban a bordo.

Se trata de una operación internacional -coordinada por la Fiscalía Especial Antidroga- que ha contado con la colaboración de la agencia británica NCA, las autoridades americanas e italianas, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MOC-N), con sede en Lisboa.