Los ayuntamientos vascos deberán reservar espacios en sus planes urbanísticos para los centros religiosos que se requieran en los municipios garantizando el derecho a la libertad de culto y a la hora de conceder licencias no podrán actuar con criterios que supongan una discriminación hacia alguna religión.

Este jueves se dará luz verde en una ponencia parlamentaria al dictamen del proyecto de Ley de Lugares o Centros de Culto y Diversidad Religiosa que posteriormente se aprobará en un pleno de la Cámara vasca.

En principio, ya que aún hay margen para que los grupos puedan llegar a acuerdos, la nueva normativa únicamente cuenta con el apoyo favorable de los dos grupos socios en el Gobierno, PNV y PSE, que por el momento han respaldado introducir en el texto 10 enmiendas de EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y PP+Cs, han confirmado fuentes parlamentarias.

Esta normativa lleva varios años de retraso. En 2019 el Gobierno vasco aprobó un proyecto de ley similar que decayó al concluir la legislatura en junio de 2020. Un año más tarde, el nuevo Ejecutivo vasco aprobó un texto normativo prácticamente con el mismo contenido y desde entonces el trámite parlamentario ha ido con lentitud.

Proteger la diversidad religiosa

    El objeto de la ley es proteger la convivencia y la diversidad religiosa y garantizar, en relación con la apertura y utilización de lugares o centros de culto, el ejercicio del derecho fundamental a la libertad religiosa de las personas y de las diferentes iglesias, confesiones y comunidades religiosas, todo ello sin que pueda producirse ninguna discriminación entre las mismas.

Por ejemplo, el texto señala que se produce discriminación directa cuando una confesión recibe, en algún aspecto relacionado con la apertura y funcionamiento de lugares o centros de culto, un trato diferente del recibido por otra en una situación análoga.

También se considera discriminación indirecta cuando un plan de ordenamiento urbanístico municipal o una licencia ocasionan una desventaja a una comunidad religiosa respecto a otras en el derecho a disponer de un lugar para el culto.

A falta de que se puedan producir modificaciones puntuales en el texto, la ley en principio regula que los planes municipales de ordenación urbanística que se aprueben contemplen, en función de la disponibilidad de suelo existente, reservas para equipamientos colectivos privados de carácter religioso, de acuerdo con las necesidades que hayan sido detectadas en cada municipio.

Objetivo: evitar discriminaciones

Los ayuntamientos "no podrán actuar con criterios que puedan producir una discriminación directa o indirecta, o una restricción arbitraria, en el ejercicio del derecho fundamental de libertad religiosa y de culto, en especial a la hora de decidir o asignar reservas para equipamientos colectivos privados de carácter religioso".

En los procesos de planeamiento urbanístico municipal, las confesiones participarán en el procedimiento de determinación y asignación de los espacios reservados a estos centros.

El Gobierno vasco tendrá que aprobar un reglamento en el que se concreten las condiciones técnicas y materiales de seguridad, salubridad, accesibilidad, protección acústica, aforo, evacuación, así como las destinadas a evitar molestias a terceros, que deben cumplir los lugares de culto.

En el supuesto de que no se cumplan tales condiciones, el ayuntamiento requerirá a la entidad religiosa titular del centro que subsane la carencia detectada y si no se atiende podrá proceder al cierre o clausura.

Habrá un consejo interreligioso

En la ley también se crea el Consejo Interreligioso Vasco, como órgano de diálogo y colaboración institucional con las diferentes confesiones y comunidades religiosas.

Su misión será preservar y promover una convivencia interreligiosa e intercultural, basada en el respeto al pluralismo religioso.

Asesorará a las instituciones vascas en el desarrollo de las políticas orientadas al ejercicio de la libertad religiosa y a evitar cualquier forma de discriminación.

Estará integrado por representantes del Gobierno vasco, diputaciones, ayuntamientos, iglesias o confesiones y distintos expertos.

Religiones en Euskadi

Según los últimos datos del Gobierno vasco correspondientes a 2020, el catolicismo es la principal confesión en Euskadi. Le siguen a una distancia considerable los musulmanes, los evangélicos y los ortodoxos.

En las capitales, quienes profesan la religión islámica tienen mayor presencia en Vitoria-Gasteiz con una decena de mezquitas, por delante de Bilbao y sus seis mezquitas. En Donostia ese año no había ningún templo de esta religión.

En lo que se refiere a los evangélicos, su territorio de referencia es Bizkaia. Esta confesión tiene 120 centros en culto en Euskadi.

En Euskadi en 2020 no había ninguna sinagoga, ni tampoco templos hinduistas. Sí había cinco templos budistas de Donostia, 4 en Bilbao y 1 en Vitoria-Gasteiz.