En Eukadi existe un alarmante déficit de profesionales de enfermería, medicina y otras ramas del ámbito de la salud. ¿La consejera de Sanidad, Gotzone Sagardui, ha llamado ya a la puerta de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) para aumentar el número de plazas en la carrera de Medicina?
En el tema de la salud, como en muchos otros, estamos siempre en constante colaboración con la representación de la sociedad en el Gobierno vasco. Desde luego, nuestra interlocución natural es con el Departamento de Educación pero también la tenemos con Sanidad. Con el Departamento de Sanidad tenemos un concierto que regula el uso de las infraestructuras sanitarias con fines universitarios y somos parte de la Comisión Mixta en la que está representada Osakidetza con Sanidad, desde donde realizamos un seguimiento tanto del concierto como de las comisiones hospitalarias. Desde luego, estamos trabajando en la ampliación de plazas de Medicina y, de hecho, en el próximo Consejo de Gobierno, donde que presentaremos la oferta de grados, dilucidaremos cómo abordamos Medicina para este año.
¿En el sentido de aumentar las plazas?
Bueno, algo haremos, algo haremos para adaptarnos.
Qué críptica. ¿La UPV/EHU estudia ampliar las plazas de Medicina?
Sí, sí, sí. El 18 de abril llevaremos al Consejo de Gobierno una propuesta. Y, sí, estamos estudiando esto, por supuesto.
¿Qué opina del sistema MIR? ¿Habría que introducir cambios?
Como rectora debo decir que es vital dar una formación excelente a nuestros especialistas y que la UPV/EHU ha colocado a 10 estudiantes entre los 100 mejores del MIR 2023, al que se presentaron 12.000 estudiantes. El sistema MIR lo gestionan otras instituciones. Pero creo que hacen falta especialistas para la parte asistencial, por supuesto, pero hacen falta también buenos y buenas investigadoras en el ámbito sanitario. Necesitamos gente formada aunque no la necesites al día siguiente. Si se permite usaré una imagen un poquito bélica, esto debería ser como tener un ejército de sanitarios de retén para si vienen mal dadas. Yo creo que el sistema sanitario tiene que ser muy, muy fuerte y estar muy preparado para situaciones de estrés.
“El sistema sanitario tiene que ser muy, muy fuerte y estar preparado para situaciones de estrés sanitario”
Ampliando plazas.
Creo que la formación tiene que exceder siempre, no puede estar perfectamente ajustada a la demanda del momento. De hecho los y las estudiantes que ahora formamos no van a estar trabajando en el sistema sanitario hasta dentro de diez años. Pero dicho esto, también tenemos que tener mucho cuidado cada vez que aumentamos las plazas para no afectar a la calidad. Porque, claro, para formar necesitamos formadores y si hay falta de médicos y de médicas, también hay falta de formadores. Este es un problema que nos atañe a muchísimas instituciones, a muchísimas personas y a muchísimos colectivos, es un problema que tenemos que abordar para el corto plazo, pero también para el medio y largo plazo. Debemos pensar y acordar seriamente cómo construimos un sistema sanitario fuerte y que esté preparado para situaciones de estrés sanitaria, igual que los sistemas financieros tienen que estar preparados para situaciones de estrés financieras.
A la vista de los magníficos resultados obtenidos por el alumnado de la UPV/EHU en el último MIR, la pregunta que cabe hacerse es, ¿la nueva Facultad de Medicina en Basurto volverá a sufrir un nuevo retraso?
Entendemos que el nuevo edificio va a ser una infraestructura acorde con los retos actuales, por cierto, este año empezamos con Ingeniería en Biomedicina para, a través de la tecnología, responder a una sociedad cada vez más envejecida. El hecho de que la nueva facultad esté junto al Hospital de Basurto y a la Escuela de Ingeniería de San Mamés nos va a dar muchas cosas buenas en términos de investigación. Después de haber resuelto el aspecto financiero y el retraso del proyecto constructivo por el encarecimiento de la obra debido a la subida del IPC, esperemos que no haya más contratiempos. Estamos hablando de que la nueva facultad echará a andar el año 2025-2026. Pero bueno, vamos a ver, no tenemos una bola de cristal y sabemos que vivimos en una situación de incertidumbre.
“Que la Facultad de Medicina vaya a estar junto al Hospital de Basurto e Ingenieros nos va a dar cosas buenas en términos de investigación”
En el Plan Estratégico se habla de la necesidad de rejuvenecimiento de la plantilla universitaria. En el caso del PDI, ¿de qué modo se va a afrontar esa necesidad?
Hemos hecho bastantes cosas para mejorar las condiciones laborales, sobre todo, de la gente joven. Hemos suscrito una serie de acuerdos con la mayoría de la representación social para poner un suelo salarial a las personas que tienen un contrato predoctoral o postdoctoral. Las vías de acceso a la universidad son muy diversas, pueden ser por contrato a cargo de los presupuestos de la UPV/EHU, contratos de convocatorias externas del Gobierno vasco, del Ministerio o de Europa. Cada uno puede venir con una dotación y lo que hicimos fue unificar las condiciones marcando un suelo de forma que si alguien llega con un salario inferior nosotros ponemos la diferencia. No aceptamos que alguien tenga un contrato precario aunque, por supuesto, siempre nos gustaría poder pagar más a nuestras investigadoras y a nuestros investigadores.
Pero siguen siendo el eslabón más débil tras años de formación y esfuerzo.
Quizá todavía no hemos logrado que en la sociedad vasca y en la sociedad española, en general, la investigación tenga el prestigio social y salarial que tiene en otros en otros países. Pero, desde luego, en términos relativos somos una universidad muy atractiva dentro del Estado. Otra cosa que hemos hecho ha sido adelantar en una media de dos años la estabilización para que nuestra gente tenga un contrato permanente y favorecer la promoción interna. Creo que ambas medidas son buenas para tener una plantilla rejuvenecida.
Cerca de 3.000 estudiantes han acudido al Servicio de Atención Psicológica. ¿Cómo describiría el estado emocional de la comunidad universitaria tras la pandemia?
Hay gente que tenemos una buena situación física y anímica y que hemos superado la pandemia sin la factura que les ha pasado a sectores más vulnerables. En una situación de estrés hay que cuidar a esa gente, de ahí la importancia de haber mantenido abierto el espacio público universitario. Inspirados por esta idea de cuidado, reforzamos el servicio de psicología, poniendo en marcha una red de escucha y respuesta que está teniendo mucha aceptación.
¿Una red de escucha?
Es una estructura informal de colaboración entre el alumnado universitario, el profesorado y los centros universitarios, con el apoyo de la dirección de Estudiantes y el Servicio de Atención Psicológica, para hacer posible una intervención que dé respuesta al impacto provocado en el alumnado por la pandemia. La idea es que las personas que integran la comunidad universitaria tienen la capacidad de determinar la existencia de un problema y de llevar a cabo acciones que intenten solventarlo de forma natural y cercana. Es un programa muy bonito y solidario que nos puede ayudar a que tengamos una comunidad universitaria más integradora aún y mejor comunicada.
“Hemos adelantado dos años la estabilización para que nuestra gente tenga un contrato permanente y favorecer la promoción”
Hace unos día un grupo de estudiantes cortó los accesos al Campus de Leioa y la semana pasada hubo un paro ¿Sigue coleando el tema de los expedientes sancionadores abiertos con motivo de los altercados que se produjeron el año pasado en Gasteiz?
He de decir que la huelga de la semana pasada fue totalmente pacífica y no guardaba relación con el tema de los expedientes del año pasado. Tengo que decir alto y claro que a nadie se le ha abierto ningún expediente por manifestarse. A nadie se le abre un expediente por secundar un paro académico, ni por hacer uso de su libertad de expresión. Esto es la universidad pública. Cada uno puede defender sus ideas siempre y cuando no se atente ni contra la integridad de las personas, por supuesto, ni contra los bienes públicos. Los bienes públicos cuestan mucho de los impuestos de la gente que viene a la universidad y de la gente que no puede venir a la universidad, por tanto, tenemos que actuar en consecuencia.
El Gobierno vasco ha declinado participar este año en la prueba piloto de la nueva selectividad impulsada por el Ministerio de Educación en aplicación de la LOMLOE. ¿Les han consultado sobre el nuevo diseño de la EBAU?
Como CRUE le hemos enviado al Ministerio de Educación nuestras reservas y consideraciones en un documento de 15 páginas porque somos quienes organizamos la prueba, más allá de lo que la parte académica nos pueda parecer. Lo importante es que quienes tienen que tomar estas decisiones vean que nada es gratis y que no es sencillo la organización, hay que valorar mucho el coste-beneficio. Evidentemente, no tenemos que seguir haciendo lo mismo que hace 40 años pero hay cuestiones, como la duración de las pruebas, que generan dudas. No entendemos en qué puede beneficiar a los estudiantes pasar de pruebas de 50 minutos a pruebas de una hora y media. La propuesta del Ministerio supondría alargar en un día la EBAU. No acabamos de entender las ventajas y sí vemos que hay muchísimos inconvenientes que deberían reconsiderarse.
“Hemos creado una red de escucha de estudiantes y profesores para responder al impacto emocional provocado por la pandemia”
De unos años a esta parte, sobre todo por la eclosión de universidades privadas y los avances tecnológicos, la oferta universitaria está mutando a un ritmo vertiginoso. ¿Cuáles son las tendencias ?
La sociedad es muy sensata en el fondo y, al ser una universidad generalista, cree que la oferta de grado tiene que ser estable, no podemos cambiarla de un año para otro pensando en una demanda que va a ser dentro de cuatro años. Debe haber formaciones muy sólidas en las bases –Matemáticas, Físicas, Derecho, Sociología, Magisterio, Medicina, etc– si bien es cierto que no se puede seguir dando Economía, por ejemplo, como hace 40 años. Donde sí creemos que podemos ser mucho más flexibles es en la oferta de postgrado y máster para adaptarla a las necesidades formativas que demanda el mercado y la sociedad actuales.
Pero las universidades privadas corren que se la pelan.
Dicho esto, está claro que el tema de Inteligencia Artificial y de Ciencias de Datos está ahí, por eso tenemos el grado en IA que tiene muchísimo, muchísimo éxito. Ahí está también la alianza Basque Quantum de tecnologías cuánticas en ámbito de las ciencias experimentales, etc. Claramente, hay unas demandas fuertes que tienen que ver con todo relacionado con las tecnologías digitales. Hablaría también del impulso que hemos dado a la formación reglada en dual con mención internacional y del grado de Ingeniería en Biomedicina y del doble grado en Administración y Empresas que empiezan este curso, ambos en inglés.
Las ferias de orientación universitaria son clave para dar a conocer las titulaciones. ¿Cómo ha respondido este año la EHUazoka?
Ha sido un total éxito, han asistido 11.000 estudiantes preuniversitarios, y tengo que decir que nos ha sorprendido gratamente. Había muchísimas ganas de venir presencialmente, lo que refuerza la idea de que las herramientas virtuales están muy bien y nos dan inmediatez y son un complemento perfecto en la formación, pero no hay quien cuestione el valor de la presencialidad.
“No entendemos bien las ventajas de algunos cambios en la selectividad y sí vemos muchos inconvenientes que deberían reconsiderarse”
El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha propuesto rebajar el precio de la matrícula al alumnado infrarrepresentado en las carreras feminizadas o masculinizadas. ¿Qué opinión le merece la medida?
Los precios públicos de las matrículas es algo que depende de los gobiernos de las comunidades autónomas. Nosotros siempre hemos pensado que lo importante es que la gente conozca cuál es la parrilla de propuestas que hay. Tratar de minimizar la brecha de género es, sobre todo, que los chicos y las chicas decidan libremente la carrera que desean estudiar sin sesgos, y que las influencias culturales no detraigan a las chicas de hacer ciertas carreras o a los chicos de hacer otras. No sé cuál es el estudio en el que se basa Subirats para probar la eficacia de esa medida. Yo soy más partidaria de otro tipo de medidas que tienen más que ver con la información y con una formación adecuada para que las decisiones se tomen en libertad y libres de estereotipos. Ahí sí tenemos que hacer muchísimo trabajo porque sabemos que en las vocaciones se refleja mucho lo que se percibe en la tierna infancia y luego en la adolescencia y están muy condicionadas por referencias externas, por lo que vemos en casa, por lo que vemos en el colegio y en los libros de texto.