El límite al número autorizado de niños nacidos en el Estado de un mismo donante de semen, un máximo de seis, y la existencia de un registro estatal de donantes hace prácticamente imposible, según los expertos, que en el Estado se dé un caso como el del holandés al que se le atribuye la paternidad de 550 niños.

Así lo resume a EFE la doctora Clara Colomé, directora del Instituto Valenciano de Infertilidad en Baleares, que pide "tranquilidad" tras conocerse la noticia del donante holandés que ha sido demandado por una fundación que facilita el encuentro de hijos y hermanos nacidos mediante esta técnica.

No más de seis hijos

El número máximo autorizado de hijos nacidos en el Estado de un mismo donante no puede ser superior a seis, según la ley de reproducción humana asistida de 2006, actualizada en 2015, que establece que la donación nunca tendrá un carácter lucrativo o comercial.

Este máximo de seis hijos está muy por debajo de los 25 descendientes de un mismo donante permitido en los Países Bajos.

En ese país, además, el donante no es anónimo como sucede aquí y está obligado a revelar su identidad, a diferencia de lo que sucede en el Estado. "Cada vez que hay una donación, se debe registrar con unos parámetros de confidencialidad y de anonimato", dice la doctora.

Registro estatal

Además, hay un registro estatal de donaciones. "Cuando ya han nacido los seis (niños que permite la ley), ya no se pueden hacer más donaciones de gametos", explica la responsable de la clínica de fertilidad, que añade: "Si no hay un registro nacional, tú sólo puedes controlar lo que pasa en tu clínica, no lo que pasa en la de al lado".

El hombre holandés había sido donante en al menos 13 clínicas neerlandesas y extranjeras y está acusado de engañar a mujeres en todo el mundo, al haber mentido y minimizado el número de veces que había donado su esperma.

Contraprestación

La ley española insiste en el carácter altruista de la donación, aunque fija una compensación económica resarcitoria para compensar estrictamente las molestias físicas y los gastos de desplazamiento y laborales que se puedan derivar de la donación, que no podrá suponer un incentivo económico.

La norma también advierte de que cualquier actividad de publicidad o promoción por parte de centros autorizados que incentive la donación de células y tejidos humanos deberá respetar su carácter altruista, "no pudiendo alentar la donación mediante la oferta de compensaciones o beneficios económicos".

Requisitos

En el Estado, según la doctora, "no es tan fácil ser donante", y hay muchos controles físicos y psicológicos a los que se someten los donantes, al igual que las parejas que acuden a reproducción asistida.

"Hay características físicas de altura, peso, raza, ojos, grupo sanguíneo que se tienen que cotejar y que nosotros hacemos con técnicas de Inteligencia Artificial, y por supuesto se coteja la parte genética para hacer una selección y garantizar que si tú eres portador de una enfermedad tu donante no lo sea también", explica la doctora Colomé.

Eso hace que en el Estado fuera prácticamente imposible que un mismo donante hubiera sido válido para un número tan amplio de reproducciones, porque, explica, sería muy extraño que un número tan elevado de familias necesiten los mismos genes.

Además, como es lógico, los donantes deben tener más de 18 años, buen estado de salud psicofísica y plena capacidad de obrar.

Hay un protocolo que estudia sus características fenotípicas y psicológicas, así como las condiciones clínicas para demostrar que no padecen enfermedades genéticas, hereditarias o infecciosas transmisibles a la descendencia.

¿Pueden conocer los hijos al padre biológico?

Según la legislación, los hijos nacidos tienen derecho a obtener información general de los donantes que no incluya su identidad.

Solo excepcionalmente y en circunstancias que comporten un peligro cierto para la vida o la salud del niño o cuando proceda con arreglo a las leyes procesales penales, podrá revelarse la identidad de los donantes, siempre que dicha revelación sea indispensable para evitar el peligro o para conseguir el fin legal.

Esa privacidad de los donantes lleva a que solamente las clínicas tengan trato con él, porque es completamente anónimo, y no puede haber un contacto directo entre él y las familias.

Bancos de semen

Lo cierto es que las familias sí pueden acceder a semen comercializado en otros países y utilizarlo de forma privada, en sus domicilios, del mismo modo que alguien puede concertar con un amigo que la cesión del semen para ser madre.

"La parte legal muy más complicada en el sentido de que se puede complicar la situación si hay una demanda de paternidad, por ejemplo, y tampoco hay control médico sobre ese semen", asegura la doctora.

No obstante, hay familias como la conformada por Carolina -que prefiere obviar su apellido- y su mujer que no descartan acceder a esta fórmula de compra privada de semen para ser madres.

"No me importa tanto que el esperma sea único como que venga de una persona sana y que no sea un delincuente, y entiendo que en ese sentido hay controles", explica esta mujer a EFE.

Según asegura, la noticia sobre lo sucedido en Holanda no le afecta en su decisión, porque ella, dice, no cree en los genes sino en "la influencia cultural y del contexto" y no le preocupa que el hijo que está buscando gestar "tuviese hermanos de sangre por toda Europa".