Los ciclos de Educación Infantil han perdido en Euskadi más de 20.000 matrículas en los últimos nueve años, descenso que contrasta con el crecimiento que ha experimentado la Formación Profesional, donde en el curo 2021/22 ya se superaban los 40.000 alumnos.

El Instituto Vasco de Estadística, Eustat, ha dado a conocer los datos de actividad escolar en Euskadi, que en 2022 contó con 407.941 personas matriculadas en enseñanzas regladas no universitarias, un 1% menos que en el curso anterior.

Los niveles de Educación Infantil y Primaria perdieron más de 2.200 alumnos cada uno, un descenso especialmente acusado en Infantil, donde se encadenan ya nueve cursos de descenso.

Crecimiento de FP

Por el contrario, el alumnado de Formación Profesional de grado medio y superior suma seis cursos consecutivos de crecimiento y se situó, por primera vez desde que hay registros, por encima de los 40.000 estudiantes.

También se redujeron las matrículas en las Escuelas Oficiales de Idiomas mientras que tanto las Enseñanzas de Artes Plásticas y Diseño como las Deportivas aumentaron su alumnado en más de un 10% respecto al curso anterior.

En cuanto a la FP, el Eustat destaca que solo un tercio del alumnado matriculado en estudios de Formación Profesional de grado medio o superior fueron mujeres.

La brecha de género fue aún mayor en los ciclos formativos del área de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas donde la presencia femenina apenas superó el 11%. En el resto de ciclos seis de cada diez estudiantes fueron mujeres.

Bachillerato

En Bachillerato, la modalidad científica siguió siendo la preferida ya que fue la elección del 54% del alumnado, con paridad entre sexos.

En cuanto a las becas, en el curso 2021/22 se concedieron 63,7 millones de euros en ayudas al estudio para niveles no universitarios, 12 millones más que en el curso anterior, lo cual supuso un aumento del 23 % y los beneficiarios fueron 115.441 estudiantes, una cifra muy similar a la del curso 2020/21. 

Asimismo, ni la distribución por niveles del importe destinado ni la del alumnado receptor de becas sufrieron cambios notables respecto al último curso. Por tanto, el crecimiento de la partida total se tradujo en un aumento de la cuantía percibida por cada estudiante becado.

De manera global, la cuantía media fue de 552 euros por alumno o alumna, aunque existieron diferencias entre niveles. Mientras que la Educación Secundaria Obligatoria fue el nivel con menor importe medio per cápita, 290 euros, la cantidad recibida por los estudiantes becados de Formación Profesional de grado medio fue, en promedio, superior a 1.000 euros.   

Servicio de comedor

Un 45% del alumnado matriculado en Enseñanzas de Régimen General hizo uso del comedor escolar, 3 puntos porcentuales más que en el curso 2020/21, pero sin recuperar los niveles previos a la pandemia cuando la mitad de los estudiantes recurría a este servicio.

A este respecto, se repitieron las diferencias territoriales detectadas en cursos anteriores. Así, un 55% de los estudiantes vizcaínos almorzaron en sus centros mientras que la proporción en Gipuzkoa y Álava fue del 37% y del 32%, respectivamente.

Casi 51.700 personas se desplazaron a sus centros educativos por medio del transporte escolar. El empleo de este recurso fue más frecuente en los centros de titularidad privada, 17% frente al 10% de los de titularidad pública.