Seis personas murieron ayer en Córcega a causa de las tormentas que sacudieron a primera hora de la mañana la isla francesa con vientos huracanados que también provocaron una veintena de heridos, cuatro de ellos muy graves. Estas cifras, que son más elevadas que las que habían dado las autoridades a media tarde, fueron comunicadas en declaraciones a los medios por el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin. Además, el número de muertos podría crecer todavía más porque los servicios de rescate están tratando de comprobar el paradero de algunas personas de las que no se tiene noticias.

Darmanin, que acudió acompañado del presidente nacionalista de Córcega, Gilles Simeoni, a un camping en la localidad de Le Sagone, donde murió una adolescente de 13 años por la caída de un árbol, explicó que no disponen todavía de “noticias de todas las personas que estaban en el mar y que evidentemente tienen que ser socorridas o protegidas”. El ministro indicó que a última hora de la tarde de ayer 11.000 casas de la isla (que tiene una población de 340.000 habitantes) seguían sin electricidad, aunque su número se había reducido significativamente respecto a las 47.000 que hubo por la mañana.

Las prefecturas (delegaciones del Gobierno) de los dos departamentos corsos decidieron la evacuación de varios campings ante el riesgo de que vuelvan a producirse fenómenos meteorológicos extraordinarios durante esta pasada noche.

Ayer por la mañana, Córcega se vio sacudida por rachas de viento que llegaron hasta los 224 kilómetros por hora, una violencia que no había sido anticipada.

Pero las violentas tormentas también afectaron ayer a otros puntos del continente, como Italia, donde dos personas murieron y casi una veintena resultaron heridas como consecuencia del fuerte temporal de viento y lluvias que azota especialmente las regiones del norte y del centro del país. Los fallecidos, un hombre y una mujer, perdieron la vida por la caída de dos árboles en la Toscana, el primero en la localidad de Lucca y la segunda en Carrara. Además de Toscana, otras regiones afectadas han sido Piamonte, Liguria y Emilia-Romaña, donde las tormentas y las violentas rachas de viento –con picos de hasta 120 km/h– han causado inundaciones y han arrancado tejados, infraestructuras y derribado árboles.