- El Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC) advierte de que 2020 fue el año más cálido de las últimas seis décadas, periodo en el que han disminuido las precipitaciones un 8% y en el que más de la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido. Estas son las conclusiones de dos años de investigación de ADAPYR, un proyecto financiado por fondos europeos e impulsado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (Euskadi, Nafarroa, Occitania, Aquitania, Aragón, Andorra y Catalunya). El objetivo de este proyecto transfronterizo es el de observar los efectos del cambio climático para ayudar los actores del arco Pirenaico a adaptarse a sus impactos.

El congreso 4º Coloquio Internacional sobre Cambio Climático en Zonas de Montaña que se celebró ayer en el Palacio Euskalduna fue el escenario escogido para presentar ante 200 personas las conclusiones de este estudio. Entre otros datos, el informe advierte de que la temperatura media anual durante el período 1959-2020 ha aumentado 1,6 grados. El año 2020 fue el más cálido en el conjunto de los Pirineos de los últimos 62 años. Además, desde 1983, más de la mitad de los glaciares han desaparecido en los Pirineos, de forma que solo quedan 20 en activo, y se encuentran en un “delicado estado de equilibro”.

En concreto, en los últimos 30 años (1990-2020), la superficie del glaciar del Aneto ha perdido más de la mitad de su extensión, un -53% en concreto. Por otro lado, la acumulación de nieve por debajo de los 1.500 metros podría llegar a reducirse en un 78% en el último cuarto del siglo XXI. Por otra parte, según las el estudio revela que el cambio climático podría invertir el rol actual de las turberas como sumideros de carbono, convirtiéndolas en emisoras de CO2 en lugar de captadoras.

En la presentación, el director del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático afirmó que el proyecto ADAPYR es “una de nuestras iniciativas más emblemáticas, y en estos últimos años ha tomado especial sentido y solidez”. Así, señaló que “la situación de emergencia climática declarada en nuestros territorios y a nivel mundial hace de él una herramienta fundamental para dar una respuesta más eficaz al reto climático, basándose en la colaboración y cooperación interterritorial”.

Por su parte, la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, destacó que “las regiones también tenemos una responsabilidad que no podemos ignorar”. En este sentido dijo que “es necesario que colaboremos conjuntamente, estrechando lazos con otras administraciones, gobiernos e iniciativas regionales y locales para alcanzar las metas climáticas, apostando por una verdadera gobernanza climática multinivel”.