La compositora navarra Teresa Catalán ha sido galardonada con el Premio Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales 2022, por su “dedicación multiforme y plural a la música” y su contribución a “la difusión de la creación contemporánea en general, y de la obra de sus discípulos y colegas en particular”.

Catalán (Iruñea, 1951) suma así una nueva distinción a sus numerosos reconocimientos, entre los que figuran la Encomienda de la Orden al Mérito Civil (2011), el Premio Nacional de Música, otorgado en 2017 en la modalidad de Composición, y el Premio Príncipe de Viana, que recibió el pasado año.

El nombre de la galardonada fue dado a conocer ayer junto al del guipuzcoano Imanol Zubiauz, doctor en Bellas Artes de 32 años, que obtuvo el Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa Gazte Saria por su proyecto Pidgin, que analiza las conexiones entre vascos e islandeses en la época de las capturas de ballenas.

La presidenta de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, Ana Urkiza, y la directora de Comunicación de Laboral Kutxa, Marije Etxaniz, desvelaron el fallo de los jurados de ambos premios, a los que por primera vez se han incorporado Musikene, en el caso del primero, y la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi, Dantzerti, en el destinado a los jóvenes.

Esas instituciones “enriquecen” con aportaciones desde el punto de vista creativo las deliberaciones de un jurado formado hasta ahora únicamente por los representantes de las siete universidades del ámbito geográfico de la Sociedad de Estudios Vascos, así como de Laboral Kutxa.

Sin embargo, el hecho de que una compositora resulte reconocida en el estreno de Musikene como parte del jurado -representado por su directora general, Miren Iñarga- es casualidad, según ha asegurado Urkiza en esta comparecencia.

El tribunal evaluador puso de relieve que Teresa Catalán ha sido la primera mujer catedrática de Composición en la historia de la educación musical en España, un espacio “tan habitualmente dominado por hombres”.

“Ha formado a generaciones de músicos en la búsqueda constante, en el perfeccionamiento y en el rigor del oficio. Este es el motivo por el que su cátedra ha ejercido como importante foco de atracción para todo tipo de alumnos y alumnas”, remarcó.

El jurado consideró además que, “con un estilo de composición propio, exitoso y ampliamente reconocido”, y más allá de su aportación a ese área, Catalán sobresalió “en muchos otros campos”, como la docencia, la investigación, los cargos de gestión, la organización de eventos culturales”, y “todo ello con un gran trabajo y generosidad”.

“De hecho, realmente ha creído en su campo y lo ha reflejado con claridad en los trabajos de programación a su disposición, ayudando a visibilizar el trabajo de otras personas. Anteponiendo siempre el interés colectivo al brillo personal”, afirmó.

Catalán, catedrática emérita del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, es la sexta mujer que ha sido galardonada con el Premio Eusko Ikaskuntza desde su instauración en 1995, en que recayó en el antropólogo Julio Caro Baroja. Antes que ella, lo recibieron Maïte Lafourcade, María Bayo, Mari Carmen Gallastegi, Mariuasun Landa y Teresa del Valle Murga.

Imanol Zubiauz, doctor en Bellas Artes, de 32 años, fue por su parte galardonado esta edición con el Premio Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa Gazte Saria por su proyecto Pidgin. Situado en la época de la captura de la ballena, el trabajo analizará las conexiones entre los pueblos vasco e islandés.

Imanol Zubiauz nació en Zumarraga y es Doctor en Bellas Artes. recibió la mención Cum Laude en 2020 y es máster en Arte Contemporáneo Tecnológico y Performativo. También tiene estudios superiores en el ámbito de la enseñanza y en la enseñanza de idiomas. Es autor de trabajos de investigación y de diversas publicaciones. En este sentido, el jurado quiso destacar la “amplia formación del joven artista y su dilatada trayectoria artística”.

l Lengua. El proyecto Pidgin es el nombre con el que se conoce la lengua que dos comunidades de hablantes sin relación crean para entenderse. Para posibilitar el comercio mutuo, fruto del vínculo de ambas culturas, crearon una protolengua entre el euskera y el islandés. “Prueba de ello son dos manuscritos con cerca de 700 palabrasencontradas”, apunta el jurado. El uso del euskera, en la nueva lengua surgida junto a la islandesa, y la cultura marítima son los ejes que sustentan el proyecto. La investigación, además de recuperar documentos antiguos, trabajará en nuevas reproducciones (gráficas y de audio) y se exhibirá en soportes creados específicamente para el proyecto.

l Vivencias y recuerdos. Todo ello será rememorado en forma de vivencias y recuerdos vividos por un marinero ficticio de la época. El Premio Eusko Ikaskuntza- Laboral Kutxa Gazte Saria tiene una remuneración de 6.000 euros.