El Consejo Escolar de Euskadi ha reconocido que la vuelta a las clases este curso no ha sido "perfecta", pero ha pedido encontrar espacios de colaboración entre los agentes de la enseñanza para dar respuesta a las necesidades actuales del alumnado.
En comparecencia ante los medios, la presidenta del Consejo Escolar de Euskadi, Nélida Zaitegi, ha considerado "muy curioso" que sólo se haya planteado la huelga en la enseñanza vasca, donde la inversión en educación es mayor y los salarios son más altos que en el resto de las comunidades autónomas, que también han vuelto a las clases en este momento "complicado y de incertidumbre tremenda para todos".
Desde la premisa compartida de que "había que empezar a dar clase presencial", algunos centros vascos fueron más previsores desde que en primavera el Gobierno vasco elaboró el primer protocolo con las medidas anticovid y adoptaron decisiones "muy creativas y novedosas" para adaptarse a la nueva realidad,"pero otros no".
En cualquier caso, ha opinado, "entre todos tenemos que salir de ésta y no creo que sea tirándonos piedras unos contra otros, sino en un ambiente de colaboración para ver cómo damos una respuesta" a esa situación "porque lo importante es la atención que se da" para que los escolares vayan "seguros a la escuela, que aprendan y recuperen".
Zaitegi ha presentado el informe sobre la situación del sistema educativo vasco entre 2017 y 2019, cuando aún no había llegado la pandemia, si bien ya en ese diagnóstico se observa la necesidad de afrontar la formación del profesorado en herramientas tecnológicas, "que ha quedado en evidencia" durante el confinamiento, cuando cada centro e incluso cada profesor "respondió como pudo" para ofrecer clases de manera telemática.
El Consejo Escolar ha advertido de la urgencia de adaptar la formación y el perfil del profesorado a las nuevas necesidades en el ámbito tecnológico y en metodología pedagógica, más centrada en el desarrollo de las competencias, y por lo tanto, el actual sistema de oferta pública de empleo para la selección del profesorado de la escuela pública "ya no sirve".
Además, ha reclamado dar estabilidad a las plantillas, reforzar la autonomía de los centros y "prestigiar la labor de los equipos directivos".
El informe ha constatado que el sistema educativo "es muy bueno, en comparación con otros del Estado e incluso respecto a algunos países europeos, pero no nos podemos dormir y hay que seguir mejorando hacia la excelencia", ha considerado Zaitegi.
El modelo D, mayoritariamente en euskera, es "absolutamente hegemónico", si bien matricular a un alumno en ese modelo no garantiza que al finalizar la escolaridad sea bilingüe, y además la última evaluación de diagnóstico mostró que el 37 % del alumnado de Educación Primaria y el 46 % de ESO matriculados de ese modelo mostraron un bajo nivel en euskera.
Además, se evidenció que la comprensión lectora del alumnado del modelo D es insuficiente en una parte importante de los estudiantes, por lo que ha animado a incidir en los planes de fomento de la lectura, así como en evaluar la competencia lingüística del profesorado y en determinar unos contenidos básicos en esta materia.
El sistema vasco logra buena puntuación en cuanto a la escolarización en educación infantil, que llega al 100 % de los niños, el abandono escolar está por debajo de las recomendaciones de la UE y en educación terciaria, pero registra indicadores bajos en cuanto a las competencias básicas en lectura, matemáticas y ciencias.
Aunque Euskadi tiene altas cifras de graduaciones, todavía un 14 % del alumnado no aprueba ESO y un 32 % de quienes se matricula en Bachillerato lo abandona, y todavía hay un 12,3 % de estudiantes que repiten en primaria, cuando las investigaciones evidencian que "es negativo en muchos casos".
El Consejo Escolar ha aconsejado que la enseñanza se centre "en aprendizajes básicos" a los que todos los alumnos puedan llegar y ha señalado como experiencia lo aplicado el curso pasado cuando hubo que centrarse en los contenidos más importantes de cada etapa.