gasteiz - El pequeño comercio no vive su mejor momento. ¿Le preocupa?
-Mi preocupación está en que el modelo comercial que tenemos, que obviamente se tiene que adaptar al siglo XXI, no es solo un negocio del que viven un montón de familias, es también una manera de concebir la ciudad.
¿Hay riesgo de la desertización?
-La existencia del comercio de proximidad evita que las ciudades tengan unas calles por las que no apetece ni pasear. Es en este sentido en el que creo que debemos poner en valor el comercio local. Cuando decidimos cómo y dónde compramos estamos construyendo en qué tipo de calles vamos a vivir.
La revolución digital ha cambiado la forma de consumir.
-Mucho más de lo que estamos dispuestos a asumir. Internet es una herramienta muy poderosa que está facilitando un cambio de hábitos que retrae de la compra en el comercio local. Por eso hay que llamar la atención de los propios consumidores. Lo mismo que tenemos en cuenta criterios medioambientales a la hora de no consumir plástico, deberíamos tener en cuenta criterios de nuestra propia vida, del tipo de ciudad que queremos a la hora de hacer la compra. También hay que tener en cuenta que cuando consumes por Internet dejas huella y quien acumula esa información, acaba construyendo un perfil de lo que te interesa. Ya no buscas el producto, el producto te busca a ti. Creo que es preciso que reflexionemos sobre en qué condiciones consumimos y entonces tomemos decisiones.
El pequeño comercio lo tiene complicado para competir.
-Si estamos compitiendo por los mismos consumidores tiene que haber las mismas condiciones fiscales, laborales... Tendrás que digitalizarte y ofrecer más cosas en tu local para que la gente recupere aquello de divertirse yendo de compras.
¿Qué papel juegan en este panorama los macrocentros comerciales?
-Durante mucho tiempo ha sido la gran preocupación, pero estos también están entrando en crisis. De hecho, desde hace tiempo, está habiendo un movimiento de los famosos hipers que se colocaban en las afueras de la ciudad que están perdiendo volumen de actividad y las grandes cadenas están volviendo a la ciudad montando pequeños supers. También ese ocio de ir a un centro comercial ha cambiado. - I. Astarloa