GASTEIZ. Este es uno de los datos que refleja la encuesta sobre la conciliación de la vida laboral, familiar y personal correspondiente a 2017 elaborada por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.
Según esta encuesta, el temor a que solicitar excedencias o jornadas reducidas afecte a la promoción profesional es ligeramente mayor entre las mujeres (34,7 %) que entre los hombres (33,6 %.
El 21,6 % de la población ocupada tiene que dedicar de forma habitual más horas de las establecidas o previstas a su trabajo y el 17,6 % lo hace algunas veces.
En comparación con 2016, el porcentaje de personas que se ven obligadas a prolongar su jornada laboral ha crecido 0,7 puntos y ha pasado del 38,5 % al 39,2 %.
Esta prolongación afecta más a los hombres que a las mujeres, ya que los primeros lo hacen en mayor medida, un 23,8 %, frente al 19,3 % de las segundas.
La encuesta concluye que los hombres manifiestan una mayor dificultad para compaginar el trabajo con el cuidado de menores, un 63,6 % frente al 56,4 % de las mujeres.
Las mujeres que trabajan fuera de casa y tienen hijos menores de 15 años destinan 5,1 horas diarias a su cuidado y los hombres 3,3 horas.
La diferencia se reduce entre los ocupados con algún dependiente a su cargo, actividad a la que las mujeres dedican 2 horas diarias y los hombres 1,4 horas.
En comparación con el año 2010 se observa que el porcentaje de mujeres que destina cinco o más horas al cuidado de hijos se mantiene (55 %) mientras que en los hombres va aumentando y alcanzó en 2017 su nivel más alto, un 24,4 %, 9,2 puntos porcentuales más.
El reparto de tareas domésticas entre los ocupados también es desigual. Así, nueve de cada diez hombres destina 2 o menos horas a estas tareas mientras que tres de cada diez mujeres emplean 3 horas o más.
Así, el 18,8 % de mujeres ocupadas está muy insatisfecha con la colaboración que ofrece su cónyuge o pareja en la realización de tareas domésticas.
Por contra, el 75,5 % de los hombres está muy satisfecho con la participación de su pareja en esta tareas.
En cuanto a las medidas para facilitar la conciliación, cuatro de cada diez ocupados dice que no tiene muchas dificultades en conseguir excedencias o reducciones de jornada. Un 67,1 % no tiene problemas en caso de ausencias esporádicas y un 55,5 % no encuentra dificultades a la hora de solicitar días sin empleo y sueldo.
En el lado contrario, un tercio de los trabajadores y trabajadoras no tienen fácil pedir excedencias o reducciones de jornada, un 19,3 % solicitar días sin empleo y sueldo y un 15,7 % ausentarse de manera esporádica.
El horario flexible de salida, otra herramienta para mejorar la conciliación, lo disfruta algo más de un tercio de las personas ocupada, un 8,3 % trabaja esporádicamente en casa y un 5,5 % al menos la mitad de los días.
En las familias con los dos miembros de la pareja trabajando, cuando hay que llevar a los niños al médico, están enfermos o no tienen colegio se ocupan ambos progenitores por igual en el 56,7 % de los casos, en el 28 % lo hacen familiares sin remuneración y en el 8,6 % la madre y en el 3,3 % el padre.