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Euskadi muestra sus logros en Justicia Juvenil

La consejera San José interviene en París en el Congreso Mundial de Justicia JuvenilLa CAV es un referente en justicia para menores tras más de 20 años de experiencia

Euskadi muestra sus logros en Justicia JuvenilFoto: Irekia

PARÍS - La reducción observada en los últimos años en la tasa de reincidencia de los menores que infringen la ley puede ser una prueba de que las medidas aplicadas por los servicios de Justicia Juvenil en Euskadi cumplen sus objetivos. Este logro y otros fueron expuestos ayer en París por la consejera María Jesús San José, que presentó los resultados del modelo vasco de Justicia Juvenil en el congreso mundial en la materia.

El Congreso Mundial sobre Justicia para Niños, Niñas y Adolescentes se inauguró el lunes en París y reúne, durante tres días, a un millar de asistentes y ponentes, en su mayoría representantes de administraciones, instituciones y agencias públicas encargadas de la gestión de los servicios de Justicia Juvenil, así como jueces, fiscales y profesionales especializados en los sistemas de justicia de menores de edad. La intervención de la consejera vasca de Trabajo y Justicia tuvo lugar en el Foro Iberoamericano, que se encarga de analizar las buenas prácticas, estándares y resultados alcanzados en materia de mediación penal juvenil y ejecución de medidas no privativas de libertad.

La exposición de San José sobre el modelo vasco tomó como referencia los objetivos marcados y los resultados obtenidos en los cuatro planes consecutivos de Justicia Juvenil diseñados por el Gobierno de Euskadi y la aplicación de un catálogo amplio de medidas y ayudas dirigidas a reeducar, reinsertar y concienciar a los menores de edad que han cometido algún delito. En este sentido, la consejera destacó el importante descenso experimentado por la tasa de reincidencia penal juvenil que ya se sitúa por debajo del 17% -mientras que en el año 2007 era del 28%-, según constata una evaluación externa realizada por el Instituto de Criminología de la Universidad del País Vasco.

“Los principios que modulan la actividad del Servicio de Justicia Juvenil de Euskadi -señaló ayer María Jesús San José- son fruto de la experiencia acumulada a lo largo de los últimos años; de la confrontación con otros modelos de éxito, no sólo en el terreno de la Justicia Juvenil, sino sobre todo en el mundo educativo y de la intervención social. El trabajo coordinado con otros departamentos del Gobierno (Salud, Educación, Seguridad, Empleo y Políticas Sociales) y con otras administraciones (Diputaciones y Ayuntamientos) ha penetrado en el ADN de la Justicia Juvenil de Euskadi”.

la prevención Según la Consejera, desde las instituciones y entidades que trabajan en Justicia Juvenil se debe priorizar la prevención, la intervención en los sistemas generales y, únicamente, acudir a la intervención especializada en situaciones excepcionales y con carácter subsidiario, teniendo siempre presente la finalidad de “vuelta” a los sistemas comunes para toda la población. “La expresión, intervenir pronto es tarde, -dijo la consejera- cobra una importancia máxima cuando nos referimos al campo de la Justicia Juvenil. La mejor prevención es la satisfacción de los derechos que a los menores de edad corresponden desde el nacimiento hasta que alcanzan la edad adulta”.

La mediación y la reparación del delito son otros elementos importantes y característicos del modelo vasco. Así, durante el pasado año los procesos de mediación representaron una tercera parte del millar de intervenciones realizadas en justicia de menores y culminaron de forma positiva en el 78% de los casos.

María Jesús San José también explicó que en el proceso de ejecución de las medidas aplicables a los menores infractores que son remitidos a los servicios de Justicia por los jueces y fiscales figura permanentemente la posibilidad de la asunción directa de su responsabilidad y de propiciar la reparación directa o simbólica del daño causado a la víctima o a la comunidad. “Los informes de los equipos técnico-psicosociales -explicó la consejera de Trabajo y Justicia- juegan un papel transcendente para encontrar la respuesta más adecuada a la realidad de cada chico y chica y adecuarla a su evolución y contexto. Otro principio fundamental lo constituye la intervención mínima; la sanción penal sólo debe aplicarse cuando no exista otro medio para responder con la misma eficacia a la conducta infractora y la medida de internamiento sólo debe aplicarse cuando no exista otro medio igualmente eficaz”.

María Jesús San José recordó a los asistentes al Foro de París que el punto de partida y referencial de todas las actuaciones que se desarrollan en el ámbito de la Justicia Juvenil es la condición de los adolescentes de estar viviendo un periodo de tránsito a la vida adulta, dentro de una realidad en continua evolución, en la que el conflicto, la confrontación con su entorno y con el mundo de las personas adultas son inseparables. “Se encuentran en un periodo de sus vidas inundado de cambios en todos los ámbitos: psicológico, afectivo, emocional, social, familiar, formativo y biológico. Sólo partiendo de esta realidad la intervención cobra sentido y debe hacerse, sobre todo, con respuestas específicamente diseñadas para estas personas”.

Afectados. Un total de 554 chicos y chicas recibieron el año pasado 839 medidas firmes y cautelares del Servicio de Justicia Juvenil de Euskadi, según la memoria elaborada por el Instituto Vasco de Criminología de la UPV/EHU.

Perfil. De los más de medio millar de jóvenes que fueron objeto de medidas, en su mayoría fueron chicos (80%), nacidos en el País Vasco o en otras comunidades autónomas (68%), que convivían en su familia de origen, extensa o de acogida (72%), que tenían o habían tenido relación con los Servicios Sociales (70%) y con comportamientos importantes de impulsividad (42%).

Medidas. La medida impuesta con mayor frecuencia fue la de libertad vigilada (41%), seguida de los internamientos (18%) y las prestaciones en beneficio de la comunidad (15%). El 91% de las medidas impuestas fueron firmes, el 73% fueron de cumplimiento en medio abierto y el resto en centro educativo.