BILBAO - Cerca de 2.500 personas han sido trasplantadas en la última década en Euskadi, y en los últimos cinco años se ha registrado un incremento de trece puntos en la tasa de donación. La experiencia vasca se expone en unas jornadas para mejorar el sistema nacional de trasplantes. Encuentro que reúne a los coordinadores autonómicos y a los expertos que intercambian experiencias en programas de donación de muerte encefálica y en asistolia, y también conocimientos en donación de órganos y resultados en trasplantes.

La ONT busca alcanzar los 50 donantes por millón de habitantes pero en Euskadi en 2017 ya se llegó a los 70 donantes.

-Es que 70 donantes por millón en un año no es significativo porque tenemos una población muy pequeña y la variación puede ser grande. Normalmente podemos tener una media de 47 a 55 donantes por millón en lo últimos cinco años. La tasa media, que desde el año 2000 ha sido superior a los 40 donantes por millón de personas, ha experimentado en el último lustro un incremento de 13 puntos, rebasando los 53 donantes. Así que la tendencia en Euskadi es en positivo porque la tasa ha ido incrementándose. Nosotros estamos prácticamente alcanzando los objetivos de la ONT. Por eso vamos a contar nuestro modelo a otras comunidades e intentar que les vaya un poco mejor.

La ONT dice que existe espacio de mejora. ¿También en Euskadi hay margen para mejorar?

-Lógicamente y además podemos aprender unos de otros. Euskadi puede mejorar en la capacidad de donantes en asistolia -a corazón parado-. En eso estamos ahora ya que actualmente nos situamos en aproximadamente un 29,2% de donantes de estas características. Hay hospitales muy punteros en asistolia como Granada, Valdecilla, Madrid y lo bueno es que tengamos la honradez suficiente para comunicarnos los conocimientos.

¿En qué más está Euskadi intentando avanzar?

-Pues por ejemplo en los donantes en muerte encefálica aunque también lo llevamos haciendo desde hace tres o cuatro años. Por ejemplo, ampliando la detección en unidades de críticos o en intensivos y en reanimación. Y ahora estamos poniendo el foco en la detección de donantes en los servicios de Urgencia o en Neurocirugía.

La ONT busca potenciar la donación renal de vivo ¿Cómo está aquí esa modalidad?

-La donación renal de vivo se inició hace aproximadamente una década. Y estamos haciendo entre 15 y 25 trasplantes renales al año. Hemos llegado a hacer hasta treinta trasplantes. En la actualidad el trasplante renal de vivo se ha estabilizado a la baja porque no hay más receptores adecuados para poder ser trasplantados con donante vivo.

¿Funciona bien la coordinación entre autonomías?

-La colaboración es muy buena. Tenemos intercambiamos de órganos para una serie de programas específicos. Por ejemplo, en trasplante renal infantil Cruces es el centro de referencia de la zona norte y llegamos casi hasta Galicia y la zona superior de Castilla-La Mancha. Tenemos un convenio con Cantabria para que los pacientes vascos se sometan en Valdecilla al trasplante cardiaco y pulmonar. Afortunadamente, hay muy buena relación gracias a las personas que trabajan que son profesionales como la copa de un pino.

También persigue bajar el número de negativas familiares cifrada en casi un 13%.

-Sí, pero en Euskadi prácticamente nueve de cada diez familias (el 89%) se manifiesta positivamente hacia la donación.