GAsteiz - Internet ha transformado nuestras vidas a una velocidad de vértigo. La forma en que nos relacionamos, consumimos o trabajamos no se entendería hoy sin redes sociales, agregadores de noticias, buscadores, blogs y apps. El euskera ha estado presente desde el inicio en esta revolución hasta consolidar una comunidad muy activa en la World Wide Web a pesar de su pequeño tamaño. En 1994 se publicaron los primeros contenidos en euskera en Bubber’s Basque Page desde la diáspora y un poco más tarde las primeras listas de correo desde Eibar.
Hace veinte años, en 1997, se daba la bienvenida a kaixo.com, el primer buscador en euskera. Y en 2001 Google lleva el euskera a su interfaz. Ese mismo año nace sustatu.com -el primer videoblog- y se publica el primer artículo en euskera en Wikipedia. Hoy hay ya 284.000 artículos gracias a las aportaciones de cientos de wikilaris y el Gobierno Vasco ha firmado un acuerdo con Euskal Wikipediaren Kultura Elkartea que permitirá crear hasta 2019 más de un millar de artículos útiles para estudiantes de 12 a 16 años.
El crecimiento de Internet ha sido y es imparable, hasta el punto de que en 2003 Euskaltzaindia reconoció la @ como ‘a bildua’. Otra fecha clave en esta intensa historia es 2006, año en el que se pudo leer el primer txio (tuit en euskera). Pero hubo que esperar seis años para que Twitter publicase su versión vasca gracias a la presión de miles de usuarios. En esto Facebook le tomó la delantera. El año pasado había identificados un total de 14.069 tuiteros activos euskaldunes que enviaron 6.003.534 tuits, de los que 2.457.045 eran en euskera. Mientras, echaba raíces la casi inexistente industria digital y se fortalecía el movimiento de software libre, cuya colaboración permitió la traducción al euskera del navegador Mozilla.
Y aunque la presencia del euskera se había hecho un hueco, faltaba algo. En 2014 la comunidad de usuarios se sacudió esa orfandad digital con el reconocimiento del dominio .eus, que hoy se ha convertido en el hábitat digital del euskera ya que el 90% de las páginas web .eus tienen contenidos en euskera. Algo más de 6.302 web .eus, 18.000 webs en euskera, la lengua número 31 de 300 en Wikipedia, miles de usuarios euskaldunes, pero aún quedan retos importantes por delante.
Con motivo del Día internacional del euskera, DNA quiere profundizar en el presente, pero sobre todo en el futuro de uno de los idiomas más antiguos del mundo en la era digital. Cuanta para ello con los testimonios de dos especialistas: el periodista Joxe Rojas, autor entre otros proyectos del blog www.teknopata.eus; y Mikel Lizarralde, desarrollador Plone de CodeSyntax, una empresa de Eibar que desde el año 2000 proporciona soluciones tecnológicas y desarrollo web a empresas e instituciones.
Exactamente no en un garaje -como en el mito sobre el origen de Silicon Valley- pero Rojas dio sus primeros pasos en Internet porque siempre le había gustado mucho “cacharrear con aparatitos”. Y cuando se empezó a hablar de Internet enseguida pensó que “tenía que probar lo que era aquello”. En 1996 contrató su primera conexión a Internet y, pocos meses después, empezó a experimentar con las posibilidades que daba escribir su propia web. Pasó tiempo usando diferentes fórmulas y servicios para mantener la web online, hasta que en 2007 “me lié la manta a la cabeza y contraté hosting y dominio propios”, dice.
En www.teknopata.eus se puede leer sobre temas relacionados con tecnología: curiosidades sobre robótica, noticias llamativas, pruebas de dispositivos y software, consejos prácticos, software en euskera... En este caso el uso del euskera es una ventaja que marca la diferencia respecto a otras webs y blogs similares. En este sentido, Rojas afirma que “cualquier idioma, además del código, lleva asociados una serie de valores, idiosincrasias, formas de ver el mundo, que en el caso del euskera, precisamente por lo limitado de nuestro volumen, resultan muy originales respecto a lenguas más globalizadas”. Reconoce que un blog como el suyo sobre tecnología, en inglés o castellano “no aportaría prácticamente nada a los miles que ya existen”. Pero hacerlo en euskera, explica, “te permite juegos como coger un videoclip de Lady Gaga y cambiarle el audio por una pieza de trikitixa, o hacer un sorteo entre quienes envíen por Twitter un bertso con una temática o una rima determinada... Ese tipo de cosas solo tienen sentido en euskera”.
Pero hasta llegar a este punto, su experiencia en la red ha sido una aventura sin muchas certidumbres. El bloguero recuerda que al principio costaba un poco unir los conceptos euskera e Internet. “En los 90 -asegura- mucha gente miraba con recelo el tema de la red, y se veía como una cosa bastante friki. Después, por suerte, mucha gente empezó a ver las posibilidades de difusión que ofrece, y el ritmo de adopción se aceleró mucho. Hoy día la comunidad euskaldun es una de las más activas en la red, con un volumen de producción de contenidos muy por encima del que correspondería a nuestro tamaño”.
De todas formas, Rojas advierte de que “no conviene caer en triunfalismos” porque desde su punto de vista “se nos viene encima una nueva etapa en la que ya hemos empezado a relacionarnos de viva voz con nuestras máquinas... Y el software para hacerlo en euskera está aún a mucha distancia de lo que se puede hacer en inglés o en castellano”.
Comunidad con músculo Rojas destaca que la comunidad euskaldun en la Red ha ganado músculo con el paso de los años. “Hay mucha gente haciendo cosas en euskera, basta con darse una vuelta por webs catálogo como blogetan.eus, para ver que hay prácticamente de todo”. Hace unos años prácticamente todos los que andaban inmersos en este mundo se conocían en mayor o menor medida, pero “hoy día ya no es posible seguirle la pista a todo el mundo. Y eso es una noticia muy buena”, comenta.
Esta expansión ha sido posible gracias a los hitos que han ido condicionando la propia evolución de Internet en el mundo. En primer lugar, lo que se llamó Internet 2.0, donde ya no hacían falta conocimientos técnicos para mantener un blog o subir un vídeo. “Esto marcó un antes y un después, en euskera y en muchos otros idiomas”, agrega Rojas. También subraya la generalización del uso de las redes sociales que permitió cierta compactación de la comunidad euskaldun, entre otras cosas porque “en una comunidad geográfica y numéricamente limitada como la nuestra, cuando aceptas a alguien como amigo en Facebook, es prácticamente seguro que acabarás conociéndolo en persona tarde o temprano”.
La creación del dominio .eus también es una parada imprescindible. Según Rojas, la aceptación del dominio .cat marcó un horizonte y un objetivo muy claro a la comunidad euskaldun y el trabajo “continuo y extraordinariamente discreto” de la Fundación PuntuEus hasta conseguir la oficialización del dominio .eus “ha sido clave también para darle a nuestra comunidad un referente simbólico importante”.
¿Y el futuro? “Nadie tiene ninguna bola mágica, es difícil saber por dónde irán las cosas en este tema, se mueve todo muy deprisa. Supongo que como en la calle, la clave básica es que la gente siga usando el euskera también cuando está en Internet”. Tecnológicamente hablando, este experto considera que una de las claves inmediatas es el reconocimiento de voz. Sistemas como Google Home o Amazon Echo ya permiten a los angloparlantes hablar con sus electrodomésticos de tú a tú. Y muy pronto podrá hacerse también en castellano. “Si no conseguimos portar esa tecnología de un modo digno al euskera, me temo que daremos un gran paso atrás en los próximos años”, pronostica Rojas.
Para Mikel Lizarralde de CodeSyntax el horizonte del desarrollo tecnológico en euskera puede verse condicionado por las limitaciones de la comunidad de hablantes. En este sentido, Lizarralde explica que “existe cierto conflicto de intereses entre los usuarios y las grandes corporaciones tecnológicas, que aspiran a alcanzar cada vez mayores cuotas de mercado”. En este contexto recuerda que “hemos visto cómo el euskera ha sido menospreciado, como cuando Apple lo retiró de su sistema operativo y tampoco se entiende que solo ciertos teléfonos Android estén en euskera, cuando la traducción existe y está al día”. Otro ejemplo es el caso de los ordenadores Chromebook, muy extendidos entre el alumnado euskaldun y que, sin embargo, no están en euskera. “El euskera cuenta con un volumen de hablantes pequeño y para estas grandes empresas no significamos nada”, afirma.
Por este motivo, desde CodeSyntax creen que el euskera y las políticas lingüísticas de las instituciones vascas “deben apostar por el software libre porque se trata de soluciones competitivas que podemos adaptar a nuestra realidad e idioma, además de contar con otras muchas ventajas socioeconómicas”. Para Lizarralde, la solución a este dilema es combinar ambas vías, “invitar a las grandes corporaciones a que lancen sus productos también en euskera y contar con soluciones de software libre en euskera”.
Desde el punto de vista de este experto, para que el euskera no decaiga en la red es capital estar a la última, que los nuevos programas de software que se lancen estén en euskera, que las aplicaciones más utilizadas estén en euskera (Gmail, Facebook, Twitter, Instagram, ...), que exista una vanguardia de usuarios que utilice estas herramientas en euskera y sea ejemplo para el resto de usuarios que viene detrás, apoyar a la comunidad de software libre para que sigan localizando al euskera los últimos proyectos, apoyar a la Wikipedia en euskera para que cuente con contenidos interesantes, etc.
Optimismo No obstante, Lizarralde es relativamente optimista con la situación debido al nivel de actividad de la pequeña comunidad euskaldun. “El euskera es un idioma pequeño en comparación con los que lo rodean. E Internet es un reflejo de la sociedad offline, no un mundo paralelo. En ese sentido, el euskera es un idioma minorizado también en Internet y en el mundo de la tecnología. Pero con un punto positivo. Existe una comunidad pequeña pero muy activa de euskaldunes en Internet. Una comunidad que utiliza su idioma de manera natural”. Una prueba de ello son los usuarios activos en Twitter, pero también está el mundo del software libre que también cuenta con una comunidad muy activa que traduce y localiza programas de software. Por ejemplo, Librezale (https://librezale.eus/) se encarga de que los euskaldunes tengan en euskera herramientas como Firefox, Libre Office, Wordpress, etc.
En un mundo tan dominado por el inglés, como el tecnológico, el euskera también se ha hecho un hueco. En CodeSyntax son un equipo de 17 personas y el euskera es su idioma de comunicación, de manera natural, “y así lo intentamos trasladar a nuestros clientes y al usuario final. A un alemán nadie le pregunta por qué tiene que hablarlo, lo hace de manera natural porque lo utiliza en el día a día”, aclara Lizarralde. Por eso, su empresa pone las herramientas informáticas necesarias para que esa comunicación se pueda realizar en los idiomas que quiera el usuario.
Y la apuesta de aplicar el criterio multilingüe funciona, tal y como han comprobado con Mendiak, una app en la que los montañeros pueden marcar qué montes han subido (cuenta con un catálogo de 1.500 cimas vascas). La aplicación lleva un año en el mercado y ha tenido más de 11.500 descargas, “una cifra importante para un proyecto que está solo en euskera. Pronto tendremos novedades respecto a Mendiak, pero todavía no se pueden comentar”. Otro ejemplo es el juego de preguntas y respuestas Tribual. Lizarralde lo destaca por “el gran trabajo de ingeniería que tiene detrás (cuenta con más de 130.000 preguntas creadas automáticamente) y por su mecánica de juego, que atrapa al usuario en rondas de cinco preguntas y respuestas”.
Y el siguiente paso es una aplicación para transmitir contenido audiovisual en euskera a la televisión a través del móvil. “Hace tiempo -explica- que estábamos viendo que el consumo de los contenidos audiovisuales ha cambiado. Cada vez más gente ha dejado de ver la televisión tradicional, para consumir audiovisuales de otra manera, cuando el usuario quiere, como quiere y en el dispositivo que quiera (móvil, televisión,...)”. Las televisiones smart o los aparatos como Google Chromecast permiten al usuario ver contenidos de Netflix, Youtube u otros servicios de televisión bajo demanda.
En ese sentido, afirma, “veíamos que en euskera existía una oportunidad ya que no hay ningún servicio similar”. Existe producción audiovisual en euskera, pero no se trabaja en su difusión. Así es como trabajan en la app, que se llama JarriON, y lo están desarrollando dentro del laboratorio de audiovisuales en euskera que ha lanzado la Diputación de Gipuzkoa.
Una de cada tres webs. Según los datos del Observatorio PuntuEus, en Euskadi existen registrados un total 230.000 nombres de dominio, teniendo en cuenta los nombres de dominio principales (.com, .org, .net, .es, etcétera). El número de dominios .eus no es muy elevado, pero si tenemos en cuenta que son solo 18.317 las webs en euskera, hay que decir que la presencia del dominio .eus es importante: una de cada tres webs es .eus.
Uso en la red. El 13% de los sitios webs del País Vasco utiliza el euskera; es decir, un total de 18.317 sitios webs del País Vasco tienen algún contenido en euskera. Dicho dato se corresponde con la última medición del uso del euskera en la calle.
Calidad. Los sitios web .eus publican profusamente: una media de 7.131 documentos por sitio web, lo que supone una gran aportación a Internet.