vitoria - Existe un consenso acerca de que la educación juega un papel determinante para crear sociedades igualitarias, cuando la enseñanza es un sector profundamente feminizado. ¿Cree que la escuela sola puede acabar con el machismo?
-No, porque este es un problema estructural con ramificaciones en muchos ámbitos. Las políticas que adoptamos desde las instituciones pueden contribuir a hacer que la brecha de género sea menor, pero no se puede depositar la solución a este problema solo en la escuela. No obstante, opino que aún hay camino por recorrer y no solo en la educación.
A día de hoy la cúpula de la educación vasca está en manos de mujeres, usted misma se ha rodeado mayoritariamente de mujeres en sus distintos equipos. ¿Hay una manera de gobernar o de dirigir en femenino?
-No creo que sea cuestión de género, sino de criterios de dirección. No hay una forma de gobernar en femenino y otra en masculino. Debemos ser capaces de aplicar unas políticas responsables y conscientes, y esa es la clave del buen gobierno.
Hablar con la cuadrilla sobre estos temas en sencillo y quejarnos aún más, pero usted tiene una oportunidad de oro para poder cambiar las cosas en un ámbito tan importante como la educación. ¿Se planteó trabajar a favor de la igualdad al ocupar el cargo?
-Fomentar la igualdad es un aspecto trasversal en este Gobierno y dentro de mi ámbito creo que debemos avanzar hacia una escuela cada vez más inclusiva y justa. Y también nos preocupa mucho reducir la brecha entre investigadoras e investigadores en el ámbito científico.
Uno de los proyectos que llevan su ‘sello’ es la puesta en marcha en los centros educativos del Plan de Coeducación y Prevención de Violencia de Género. Este es el cuarto curso de rodaje, ¿qué espera de la evaluación que van a realizar?
-La respuesta de los centros ha sido muy buena, ahora estamos evaluando los resultados sobre los cambios que se han dado a pie de aula y en las relaciones dentro de los propios centros. Pero creo que han servido para sensibilizar e involucrar en la coeducación a toda la comunidad educativa: profesorado, estudiantes y familias. Creo que ha servido para identificar y combatir ciertos estereotipos. Y nos ha marcado un camino a seguir. Pero hasta que no concluyamos la evaluación del plan tampoco puedo ser más concreta.
Antes de ser consejera de Educación fue vicerrectora del Campus de Gipuzkoa de la Universidad del País Vasco, por tanto, conoce la situación de la mujer en la universidad y la investigación.
-Es cierto que cada día hay más mujeres en ciencia, casi el 60% del alumnado de pre y doctorado son mujeres y vemos cómo esa proporción cae a medida que se avanza en la carrera profesional. Creo que todavía hay mucho camino por recorrer e intentamos hacer políticas más proactivas para reducir esa brecha.
En la UPV/EHU ya se aplican medidas de acción positiva. ¿Han pensado en incluir cláusulas de género en las subvenciones con las que se financian los distintos agentes que integran la Red Vasca de Ciencia y Tecnología?
-Las convocatorias se hacen en base a criterios de transparencia y legalidad, aunque desde luego tenemos que velar porque se respete la igualdad de oportunidades. Creo que es positivo y que hay que intentar aplicar políticas de acción positiva en aquellos ámbitos en los que no se respete esa igualdad de oportunidades.