Qué es lo que ha hecho avanzar al ser humano? ¿La inteligencia? ¿La espiritualidad? ¿La tecnología? ¿La solidaridad? ¿El karma? ¿Los likes? No. Lo que hace avanzar al ser humano, lo que nos llevó a pisar la Luna, a curar enfermedades o a desafiar lo imposible es únicamente ese momento en el que una persona le dice a otra: ‘¿A que no tienes huevos?”. Con Sarabande de Haendel de fondo, la misma música que usara Stanley Kubrick en su Barry Lyndon, Nacho Vidal vuelve a la carga con otro vídeo viral tras su “manifiesto” en 2015. Aunque en esta ocasión, en vez de promocionar el Salón Erótico de Barcelona, el anuncio tiene por objetivo dar a conocer la campaña No hay huevos, que mediante la venta de huevos de goma con mensajes motivadores como “no hay huevos a dar la vuelta al mundo”, “no hay huevos a dejar el trabajo” o “no hay huevos a salir del armario”, pretende recaudar fondos para la asociación de familias con menores transexuales Chrysallis, a la que él mismo también pertenece desde hace dos años.
Según Natalia Aventín, presidenta de Chrysallis, las situaciones a las que tienen que enfrentarse estos niños y niñas son muy variadas. “Para empezar, algunos tienen una estructura familiar que les apoya y otros no”. Y esta es solo una de muchas variables, como la edad del menor, el entorno que le rodea, si vive acorde o no con su identidad sexual, si está o no en proceso de transición, etc. “Todo esto hace que cada caso sea único”.
Aun así, las reivindicaciones de la asociación son igualmente valiosas para todos estos niños y niñas. “Lo primero, necesitamos una ley estatal de identidad sexual”. Aventín explica que a nivel institucional requieren de ese apoyo para que “nunca más” se vuelvan a vulnerar los derechos de estos menores. “Y quiero destacar que esta ley no tiene que estar incluida dentro otra global del colectivo LGTB+, sino que pedimos una propia que contemple y garantice el derecho a la identidad autopercibida sin condicionantes y el acceso a los servicios públicos sin discriminaciones, en las mismas condiciones que el resto de la ciudadanía”. Asimismo, también exigen que se pueda cambiar el nombre en el registro civil de una forma sencilla, sin coste y pega alguna, tanto en el caso de adultos como de menores. “Y por supuesto, que todo esto se extienda a las legislaciones autonómicas”.
A nivel sanitario, por otro lado, reivindican una atención de proximidad y sin segregación. Después de todo, insiste en que las personas en esta situación no son enfermos mentales. “Solamente tú eres capaz de saber quién eres realmente y por eso buscamos la autodeterminación de la identidad de las personas”. En esta línea, comenta que la despatologización de la transexualidad no puede incluir un diagnóstico psicológico. “No pedimos privilegios, solamente que mi hija o mi hijo puedan acceder a un tratamiento hormonal porque tiene unos motivos y que nos traten igual que al resto”. Y sobre todo, recalca que no se puede seguir segregando a estos niños y niñas obligándoles a pasar por psicólogos y psiquiatras.
En plano educativo, Aventín recuerda que los centros tienen que respetar la identidad de la persona y hacer que esta se sienta cómoda. “Esto supone, por ejemplo, que la realidad de la transexualidad aparezca en los libros de texto, como otras diversidades, y que se corrija que lo que define a la persona como hombre o mujer son los genitales”.
Y a nivel de comunicación, la presidenta de Chrysallis insiste en la necesidad de visibilizar esta realidad desde el respeto y no desde la compasión. “No necesitamos compasión, sino que se nos garanticen unos derechos y voluntad política para que haya un cambio en cuanto a la visión de todas las personas en situación de transexualidad”.
Aunque desde Chrysallis todavía no saben qué repercusión económica tendrá esta campaña, se muestran positivos en cuanto la importante trascendencia mediática del anuncio. “Lo más gratificante es que gracias a este spot muchas familias con hijos e hijas transexuales nos han conocido y se están animando a buscar formas de acompañar a sus hijos e hijas en este proceso”, asegura Aventín.
Solo en las últimas semanas, alrededor de quince familias se han puesto en contacto para comentar su situación desde que se emitió el anuncio. El reconocimiento por parte del núcleo familiar de la realidad que tiene entre manos y que se apoyen los unos a los otros. Eso es lo más importante para Aventín.