vitoria - Con la entrada en vigor de la Lomce, Euskadi celebró el pasado mes de junio la última Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Todo el mundo sabe que entrar en ciertas carreras, a veces, es cuestión de centésimas. Por centésimas, los estudiantes de los institutos públicos rindieron más alto que sus compañeros de la red concertada en la última selectividad de la era LOE. En concreto, la nota media obtenida en los centros públicos fue de 6,67 por 6,65 de la concertada.

Sin embargo, por centésimas, este alumnado ha llegado a las puertas de la universidad con mejor calificación si se ponderan los resultados de la selectividad con la media de Bachillerato, que representa el 60% de la nota final de acceso a la universidad. Como en otras ediciones, esa nota media fue de notable (7,19 en la pública y 7,24 en la concertada).

Estos son algunos de los datos extraídos del Informe de resultados de las Pruebas de Acceso a la Universidad 2016 que acaba de hacer público la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). En él se constata que Euskadi se despide de la PAU con una nota media de 6,6. Y ahora todos los institutos están a la expectativa de cómo será la nueva prueba de acceso a la universidad que está diseñando el Gobierno vasco junto a la UPV/EHU, mientras el Ministerio de Educación negocia con las Comunidades Autónomas el decreto de la nueva reválida que entrará en vigor este curso.

Esta misma semana la consejera de Educación, Cristina Uriarte, ha afirmado que la prueba vasca tendrá “garantía jurídica” para que el alumnado vasco pueda acceder a cualquier universidad del Estado ya que este curso Euskadi no realizará la reválida común que aún está por definir y en el aire. Pero Uriarte mantiene la incógnita sobre el contenido y el formato del examen. Únicamente ha adelantado que se parecerá a la selectividad.

Para garantizar la igualdad de oportunidades y asegurar que todos los estudiantes tengan la posibilidad obtener los cuatro puntos adicionales de la nota específica y llegar al máximo de 14 puntos, la UPV/EHU mantendrá las mismas ponderaciones que en cursos anteriores, aunque incorporando las nuevas asignaturas de 2º de Bachillerato, tal y como ha acordado con el Grupo de Universidades (G-9), propuesta que elevará a la Conferencia de Rectores (CRUE) para establecer un sistema común de admisión a la universidad durante este curso.

Al margen de la dificultad del examen de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II que suspendió el 52% de los casi 3.000 estudiantes lo realizaron, no hubo demasiadas sorpresas en la última selectividad. Se presentaron 9882 estudiantes, de los que aprobó el 97,94%. La calificación obtenida en el grueso de las asignaturas (en 12) fue de bien y se movió en la horquilla que va del 6,01 de Lengua Castellana y literatura al 6,70 de Lenguaje musical. En siete materias, la mayoría optativas, la nota media fue de suficiente: de 5,29 de Dibujo Técnico a 5,95 de Química. Los estudiantes sacaron notable en idiomas (7,17 de Francés o 8,42 del Alemán) e Historia de la música y la danza se unió con un suspenso generalizado a Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales.