Soy de la opinión que la aparición de Podemos en el panorama político estatal y vasco aportará, sin duda, aspectos positivos. Al igual que en su momento la aparición de los partidos verdes dio un giro a la forma de ver y tratar el medio ambiente (no existiendo hoy ningún partido que no tenga un programa medioambiental), creo que toda esta explosión de Podemos puede traer una nueva forma de hacer política. Aunque sólo fuera por esto, es de agradecer la aparición de este movimiento que explosiona el mundo de la izquierda, no sólo en el Estado, sino aquí también.

Supongo que como la mayoría de los partidos, la Izquierda Aber-tzale tendrá sus encuestas que, aunque públicamente somos pocos los que decimos que creemos en ellas, todos sabemos que no existe mejor herramienta para conocer qué está pasando y cómo se mueven los diferentes electorados. Y aparecen los nervios al ver que un fenómeno que se pensaba que era más español cala en aquellos votantes de la “Izquierda Abertzale revolucionaria” (como así se hacían llamar) por la imagen, tan bien trabajada, de esa nueva izquierda que tiene hoy Podemos.

Esto mueve el árbol de una Izquierda Abertzale que se siente en la necesidad de hacer algo para parar esa incipiente sangría que ilusiona a parte de su electorado cada vez menos militante. Tal vez detrás de esto, además de la intensificación de sus ataques al otro partido abertzale de Euskadi (que posiblemente sea el único interlocutor que le queda a la Izquierda Abertzale para solucionar definitivamente aquello que nunca tuvo que apoyar), tal vez, como decía, esté también ese movimiento de Realpolitik que por fin, han realizado esta semana en Nafarroa.

“Un paso importante pero pequeño” decía la portavoz de la Izquierda Abertzale que ha apoyado en Nafarroa la extensión del derecho a elegir centro en euskera en todo el Viejo Reino, propuesta realizada por Geroa Bai, de Uxue Barcos.

40 años después, la Izquierda Abertzale se da cuenta de que para poder dar un segundo paso hay que empezar con el primero, por muy pequeño que este sea. ¿Por qué ahora y durante 40 años no?, ¿aplicarán este mismo criterio para otros temas?, ¿se quedará esto sólo en Nafarroa donde Podemos muestra músculo, o se extenderá también a la CAV? En definitiva, ¿se van a comportar como el resto de humanos dando pasitos a pasitos, o van a seguir esperando al gran paso final, el gran sorpasso, otros 40 años?.

¡Qué forma de perder el tiempo!, mientras otros, el resto de la sociedad, construía, la Izquierda Aber-tzale revolucionaba? y mira tú por dónde esa misma revolución que emerge le hace entrar en la realidad política.

A la fuerza ahorcan dice el refranero popular. Sin duda las expectativas de Podemos en Euskadi están forzando a la Izquierda Abertzale tradicional a dar pequeños pasos para reactualizarse, aparcando la revolución, como otras mil cosas que ha tenido que ir aparcando durante estos aciagos 40 años, ya que ese término ahora, comunicacionalmente, es de otros. ¡Bienvenido pequeño paso, 40 años hemos estado esperándote?!.