Vitoria. Los horrores de la Guerra Civil rebrotan cada cierto tiempo desde debajo de la tierra, donde se ocultan cientos de fosas comunes en las que descansan, sin paz ni memoria, miles de damnificados por este sangriento conflicto. Gran parte de ellos del bando republicano, especialmente en el País Vasco y en Álava. El trabajo concienzudo del equipo de investigación de la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha vuelto a dar sus frutos en el territorio histórico, donde acaba de descubrirse la fosa común de esta época más grande de las localizadas hasta el momento dentro los límites de la CAV. El enterramiento, en concreto, se encuentra en el municipio de Zigoitia, entre las localidades de Gopegi y Ondategi, donde se escondían los restos mortales, de al menos, once personas desaparecidas durante el conflicto.

La existencia de esta fosa común casi era vox populi en la zona, aunque nunca se había planificado una intervención de estas características. Hasta que Félix Placer, párroco de Etxaguen, y otros vecinos de este concejo contactaron con el Gobierno Vasco a través de Aranzadi para impulsar una posible exhumación de los restos. Se trata éste de un municipio caliente en lo que a fosas se refiere, ya que hasta el momento se tiene constancia de otras cinco más. Tres de ellas, curiosamente, en Etxaguen. La primera en la parte trasera de la iglesia y las otras dos en las inmediaciones del cementerio, una en el exterior, adosada al muro norte en toda su longitud, y la otra en su interior. La cuarta se sitúa en Zestafe, en un camino forestal muy apartado que transita en la proximidad de Saimendi y Arkanetu. La quinta está junto al muro sur del cementerio de Murua.

A diferencia de lo que ha sucedido en estos otros cinco emplazamientos, la dirección de Derechos Humanos del Gobierno Vasco y la Sociedad Aranzadi sí procederá a exhumar los restos de estas -a priori- once personas desaparecidas. El acto, de carácter público y que tendrá lugar esta misma mañana, se celebrará a partir de las 11.00 horas e incluirá también un homenaje a las víctimas a pie de fosa. A él asistirán el alcalde de Zigoitia, Mikel Lasheras; el presidente de Aranzadi y director del equipo forense que trabaja en esta exhumación, Francisco Etxeberria; la directora de Derechos Humanos del Gobierno Vasco, Monika Hernando; el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka; y el gran valedor para que se iniciara esta intervención, el ya citado Félix Placer, junto con la presidenta de la Junta Administrativa de Etxaguen, Marisol Hernando.

Difícil identificación Todavía ayer, el equipo capitaneado por Etxeberria continuaba trabajando en la zona para dejar todo a punto de cara a la exhumación de hoy. Fuentes de Aranzadi consultadas por este periódico dieron prácticamente por hecho que la búsqueda de restos en la zona se encuentra ya "cerrada", con ese resultado conocido de once personas enterradas. "Es difícil que se encuentren más", advirtieron los mismos portavoces en ese sentido.

Tampoco será sencilla la identificación de los desaparecidos, que ni siquiera Aranzadi se atreve a encasillar en uno u otro bando de la Guerra Civil, aunque los antecedentes históricos de esta zona apunten al republicano, a la sangrienta represión franquista. "Si no hay una solicitud expresa y concreta de un familiar, muchas veces termina por no saberse la identidad exacta de los desaparecidos", advirtieron desde Aranzadi. Algunas de estas dudas quedarán resueltas hoy, durante un acto que servirá para seguir arrojando un poco más de luz sobre esta oscura etapa de la historia reciente. Un paso más que se une a exhumaciones cercanas en el espacio y en el tiempo como las acometidas hace escasos días en Urbasa (Navarra).