orduña. "Si necesitas ayuda, pídela. No estás sola. El silencio no te ayuda. Si te pega no te quiere. Hay salida; no te calles, cuéntalo". Estos fueron algunos de los mensajes en contra de la violencia de género que inundaron ayer a la tarde el cielo de Orduña gracias a una iniciativa de Cáritas que consistió en una sencilla y emotiva suelta de globos, bajo el lema Eres libre. No dejes que la violencia te ate.

Las tarjetas con los citados mensajes -que también llevaban inscritos los teléfonos de atención a mujeres, gratuitos y de atención las 24 horas (900 940 111, 016 y 112)- iban atadas a los globos lanzados, que también informaban a la población de que entre los años 2009 y 2012 han muerto en España 220 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, 67 de ellas durante 2011.

La iniciativa -que contó con la colaboración musical de los txistularis Getxa Goi y los jóvenes de la Gazte Asanblada, que elaboraron la pancarta expuesta en el acto- estaba enmarcada en la campaña que, por tercer año consecutivo, se realiza en esta ciudad vizcaína anclada en pleno corazón de Álava, con el objetivo de lanzar a la sociedad un no rotundo a la violencia de género, así como una invitación a que las mujeres que la sufren tengan la responsabilidad y valentía de decir no.

"Hasta ahora siempre habíamos realizado la campaña en el interior de las iglesias, pero este año hemos decidido salir a la calle para sensibilizar y reflexionar sobre un problema que siempre ha existido pero que ahora nos preocupa de un modo especial por su crecimiento y graves consecuencias", explicó a DIARIO de NOTICIAS DE ÁLAVA, Estela Rico, educadora social de Cáritas Ayala.

No en vano, este colectivo se animó a realizar una campaña de este tipo por primera vez en 2010, "tras un análisis sobre violencia de género que hicimos en Orduña y que puso sobre la mesa que, aunque no sea una realidad visible, está ahí", subrayó Rico. Aquella primera edición se realizó bajo el lema Entre la humillación y la impotencia y consistió en el reparto de flores y folletos informativos sobre esta problemática en las homilías de las eucaristías de un fin de semana. También en aquel entonces "contamos con la ayuda de la Gazte Asanblada que realizó unos paneles de sensibilización que expusimos en la Parroquia Santa María", apuntaron desde la citada organización social.

Tras la buena acogida de esta primera campaña, en 2011 decidieron reeditarla con el reparto de 350 tarjetas informativas y otras tantas octavillas que echaban por tierra algunas consideraciones socialmente arraigadas en torno a la violencia machista en el hogar.

La de este año, la tercera, comenzó el pasado miércoles en el colegio de Los Josefinos con una charla en la que la socióloga Ana Garagalza disertó en torno a algunas formas de violencia en la sociedad de hoy. La campaña continuó ayer con la citada suelta de globos, que fue precedida por la lectura de un manifiesto, en euskera y castellano, que instaba a la sociedad a "no ser cómplices ante la realidad de una violencia que, año tras año, mata a decenas de mujeres y obliga a muchas otras a abandonar sus trabajos, sus hogares y su ciudad en su intento por esquivar al agresor". Al tiempo, transmitían a estos últimos que "cada día tienen y tendrán menos cobertura. Que no pueden contar ni con nuestro silencio, ni con nuestra pasividad, ni con nuestras justificaciones. Que no miraremos hacia otro lado ante esta violación de los derechos humanos".

La campaña continuará hoy sábado y mañana domingo, en las misas que se celebrarán en todos los templos de la ciudad, con el reparto de unas hojas que echan por tierra mitos en torno a esta lacra social tales como que sólo afecta a familias "con problemas", que se trata de "asuntos de familia" o que "en caso de que tengan hijos, es mejor que aguanten". Afirmaciones equivocadas y que en el último caso pueden tornar en un problema aún mayor, ya que "al menos en la mitad de los hogares donde las madres son maltratadas, también lo son los hijos e hijas. Aún cuando sólo son testigos, las consecuencias para su salud psicológica, son muy graves", sentencian desde Cáritas, no sin antes pedir a todos los que reciban o conozcan la existencia de malos tratos que no duden en denunciarlo.