Vitoria. El Sindicato Médico de Euskadi (SME), la organización que aglutina a la mayoría de los facultativos de Osakidetza, muestra su preocupación ante la entrada en vigor del decreto que establece en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) la obligación de prescribir por principio activo. Para los responsables del SME se trata de una medida tomada, "sin duda, al socaire de las actuales penurias financieras; controvertida, por supuesto, y merecedora de debates tranquilos que pongan en la balanza su (única) virtualidad: el ahorro presupuestario, y sus inconvenientes, que no faltan, aunque no sean tan fáciles de percibir por la opinión pública general".

La organización de los médicos vascos se refiere a lo significativo que resulta contraponer el mensaje (simple y corto, como manda la técnica publicitaria) de la administración sanitaria: Osakidetza se ahorrará 30 millones al año y compararlo con una reciente encuesta sobre la prescripción farmacéutica en el SNS, encargada por la Federación de Asociaciones científico-médicas, entre los facultativos donde, entre otras, merecen destacarse conclusiones como que el 80% de los médicos considera que la prescripción por principio activo originará confusiones, pérdidas de adherencia al tratamiento y duplicidades terapéuticas, especialmente en pacientes ancianos, y enfermos crónicos y multimedicados.

De la encuesta se desprende también que el 53% de los médicos encuestados, considera que la medida terminará afectando negativamente al resultado final de los tratamientos que prescriben. Además, los profesionales consideran que las diferentes medidas restrictivas y regulatorias en la prestación farmacéutica dispuestas en el Real Decreto, afectan a la libertad de prescripción. Esta opinión es sustentada, aseguran desde el SME, por entre el 72 y el 77% de los médicos consultados.

Además, añaden, el 78% no considera deseable y adecuado implantar la restricción farmacéutica. Para el SME, la encuesta de FACME es una fotografía de la realidad actual, "seguramente hay otras, y las cosas pueden cambiar con el tiempo (en cualquier sentido); pero de entrada, y como potencial paciente del sistema sanitario, prefiero que sea el médico quien decida sobre el tratamiento que me conviene, no confío en los argumentos de los responsables sanitarios, unos responsables políticos -hay que matizar- que están muy apurados por la coyuntura y el corto plazo", remachan.