pamplona. El euskera es una de las 2.500 lenguas del mundo que está en peligro. Ha logrado reducir un grado el nivel de riesgo de desaparición que ostentaba hace nueve años, pero sigue en situación de vulnerabilidad. Así lo certifica el Atlas de las lenguas del mundo en peligro, que ya se puede descargar, previo pago, de la página web de Unesco. Su representante en Navarra, Javier Zulaika, lamentó ayer que el euskera siga en situación de riesgo y consideró fundamental para que salga de esta posición que "tanto España como Navarra cumplan los compromisos que adquirieron al firmar la Carta europea de las lenguas regionales y minoritarias".
A diferencia del catalán y del gallego, el euskera no ha podido abandonar la lista de lenguas en peligro. Así, mientras el Atlas de la Unesco de 2001 (que utilizaba otros criterios de clasificación) situó al catalán como lengua potencialmente en peligro y dejó al euskera y al gallego en la categoría en peligro, el último informe tan sólo hace mención a la lengua vasca, a quien clasifica como vulnerable (el menor de los cinco grados de riesgo). De acuerdo con esta definición, un idioma es vulnerable cuando "la mayoría de los niños lo hablan pero su uso está restringido a determinados ámbitos".
Además del euskera, el Atlas menciona a otras tres lenguas en riesgo de desaparición que se hablan en el Estado: el aranés (o gascón occitano), el aragonés o el bable. Estas tres presentan un nivel más elevado de riesgo, que catalogan de definitivamente en peligro de extinción, es decir, los menores no aprenden el idioma como lengua materna en el hogar. Según la Unesco, la mitad de las 6.700 lenguas que se hablan en la actualidad en el mundo está en peligro de desaparecer antes de finales del siglo XXI. Un proceso, afirman, que puede frenarse "si los gobiernos y comunidades de hablantes toman medidas urgentes".