La diosa Mari, principal deidad de la mitología vasca, es un numen que tiene múltiples moradas en diferentes cuevas, que se ubican en las principales cimas de nuestra geografía. Algunas son muy conocidas, Anboto, Aketegi, Txindoki, pero otras suelen pasar más desapercibidas. Hoy conoceremos una de estas moradas ocultas, como es la del pico Sastarri.
Nos vamos a tierras de la magnética sierra de Aralar; nuestro paseo parte del Parketxe de Lizarrusti, donde un amplio aparcamiento nos permite estacionar nuestro vehículo. El edificio donde se ha habilitado el centro de información es una antigua casa de Mikeletes, que custodiaban la frontera entre Gipuzkoa y Nafarroa. Hoy podemos disfrutar de una maqueta de la sierra, exposiciones, información, e incluso de su bar y restaurante.
En la parte trasera del edificio nace una pista balizada que seguimos para inmediatamente sumergirnos, de lleno en el precioso hayedo, en una marcada componente NW. La pista se convierte rápidamente en un cómodo sendero que debemos seguir. El caminar es una auténtica delicia y alcanzamos unos preciosos saltos de agua que nos regala el arroyo Maizi. Llegamos a un curioso paso, como es un túnel de Akerreta excavado en la roca. En algunos tramos se han colocado cadenas en la pared para ayudarnos, si bien no son necesarias, ya que el camino es totalmente seguro. Ascendemos un fuerte repecho y llegamos a un puente de madera ubicado en un precioso rincón del hayedo. Cruzamos el río Maizi por el puente y ascendemos por un camino que pasa junto a la cantera de la que se extrajo la piedra para la construcción del embalse de Lareo. Cruzamos una pista y subimos por el hayedo, siguiendo las balizas, hasta alcanzar el lago.
Una vez lleguemos al muro de contención del embalse, tomamos el camino que se dirige a nuestra derecha, por el de la izquierda regresaremos, bordeando el lago. Alcanzamos otro curioso puente de madera, junto al que hay un dolmen, y pronto topamos con un cruce; aquí debemos girar a la izquierda, sin perder la compañía del embalse. Caminamos por la pista hasta alcanzar un cruce señalizado con las marcas rojas y blancas del “GR 20.1 Sarastarri”. Tomamos este sendero, que poco a poco va endureciendo la ascensión; a cambio, el hayedo nos regala paz y calma. Podemos observar las plataformas que utilizaban los carboneros que trabajaban en estos parajes, así como algún tejo, árbol mágico, oculto entre las hayas.
El camino va ascendiendo pausadamente entre árboles y rocas hasta alcanzar la zona superior del bosque, donde un cairn de piedra nos indica la ruta a seguir a la derecha. En breve llegamos a la boca de la cueva de Sastarri. Podemos acceder a esta mítica cavidad con precaución, provistos de frontal. Una estrecha entrada da paso a un descenso sencillo que nos dejará en la sala principal, a la derecha encontramos una laguna. Hace muchos años, el sabio de Ataun, don Joxe Miguel de Barandiarán, la cruzó a nado en solitario, alumbrándose con una vela que él mismo portaba, con el objetivo de buscar utensilios de los carboneros que vivieron en estos lares.
Las normas de Mari
Las cuevas son tenidas como la morada de la diosa, símbolos del útero materno, lo que vincula a Mari con la fertilidad. Los humanos podemos acceder a sus dominios subterráneos siempre y cuando cumplamos a rajatabla una serie de premisas: nunca nos sentaremos en su presencia, aun cuando ella nos lo pida; siempre nos debemos dirigir a ella en “hika”, es decir tuteándola; saldremos de la caverna de la misma manera en que entramos, esto es, si accedemos de frente, debemos salir hacia atrás, sin dar la espalda al numen; nunca cogeremos nada del interior de la morada, ni siquiera al ver que el objeto deseado sea de oro; al sacarlo al exterior, se convertirá automáticamente en un palo seco.
La caverna de Sastarri, atesora la siguiente leyenda:
“Un joven carbonero fue a por agua a la cueva de Sastarri pero volvió asustado y sin agua a su choza. Entonces, uno de los jefes del grupo de carboneros fue allí, pero también él regresó asustado y sin agua. Ambos dijeron haber visto en la entrada de la cueva a una joven mujer hermosa de cuerpo gracioso peinando sus cabellos y que huyeron pensando que allí, en aquel lugar, una tal visión no podía ser de buen augurio. Pensaba que aquella joven sería Marimunduko o la hija de la familia de los gentiles que, en otro tiempo, vivieron en las cavernas y que, al llegar el cristianismo, se habían retirado a las estancias más profundas de los antros”.
Cerca queda la propia cima de Sastarri, que podemos alcanzar regresando al cairn, para salir del bosque, hacia una zona de praderas. Una marcada cuesta a nuestra derecha alcanza el cordal cimero de la montaña, desde cuyo buzón las vistas son espectaculares. Solo resta, retornar al hayedo y descender hasta el embalse.
Una vez en la pista, seguimos a nuestra derecha, para bordear totalmente el lago y alcanzar nuevamente el muro de contención. Desde aquí regresamos por el mismo camino de la venida.
FICHA TÉCNICA
- ACCESO: El puerto de Lizarrusti se alcanza desde Ataun, siguiendo la carretera GI-2120, o desde Etxarri Aranatz, por la NA-120.
- DISTANCIA: 10 kilómetros.
- DESNIVEL: 380 metros.
- DIFICULTAD: Media.