Normalidad democrática. El PNV ha respondido con una reacción medida y diplomática a las aportaciones que están realizando algunos afiliados en el marco del proceso interno del partido. Preguntado sobre si existe un sector crítico en la formación, el portavoz jeltzale en el Parlamento Vasco, Joseba Díez Antxustegi, ha asegurado este lunes que no le “gusta” calificarlos como sectores críticos y sí como “grupos de afiliados que opinan de una forma y opinan de otra, porque el PNV es un partido político, que se basa en la ideología, en los principios y en el debate de puertas para afuera, pero también de puertas para adentro; y, con total normalidad democrática, puede y debe haber opiniones distintas”. “Los sectores sirven más para los medios de comunicación que para el día a día de un partido”, dijo en Onda Vasca. Añadió que la renovación será tan profunda o tan poco como lo quiera la militancia llamada a votar.

Las cinco ejecutivas territoriales del PNV están inmersas en la primera ronda de votaciones hasta la semana que viene, y ya se van perfilando los posibles sucesores de Itxaso Atutxa en Bizkaia, Joseba Egibar en Gipuzkoa y José Antonio Suso en Araba. En Bizkaia, como adelantó este periódico, Iñigo Ansola emerge como el candidato de consenso entre las bases. En los últimos días ha aflorado el nombre de David Salinas-Armendariz por parte de un sector del partido en Bizkaia, aunque por ahora es difícil de calibrar el apoyo que puede tener en un momento en que las votaciones acaban de empezar y no se ha pronunciado el conjunto de batzokis con mayor número de alderdikides. 

En Gipuzkoa, ya han trascendido algunos apoyos a Maria Eugenia Arrizabalaga, la gran favorita. Las sensaciones apuntan a que el desenlace está bastante claro, y la propia diputada en el Congreso Maribel Vaquero se animó a decir este lunes que es una persona “preparada”. En Gipuzkoa, eso sí, el proceso ha arrancado en un momento de crisis por las dimisiones en el grupo del PNV en Eibar tras el acuerdo con el PSE. 

En Araba, no se confirma oficialmente si hay un sentir generalizado de apoyo a Jone Berriozabal entre la militancia, a la espera de que comiencen a mediados de semana las votaciones en las organizaciones municipales más decisivas. José Antonio Suso había quitado hierro unos días antes a la posibilidad de que pudiera haber más de un candidato o candidata, con el argumento de que tampoco es tan difícil pasar a la segunda vuelta (basta el respaldo de dos batzokis y que la Comisión de Garantías valide la limpieza del proceso).

Desde Nafarroa, no se quiere confirmar aún si, como todo apunta, Unai Hualde está llamado a repetir en el cargo. El presidente del Parlamento navarro es uno de los principales referentes del PNV en la comunidad foral. En cualquier caso, hasta que avancen las votaciones en los batzokis, se quiere evitar una mención pública a su figura que pueda interpretarse como una injerencia. En Iparralde, tampoco se confirma ni desmiente si Peio Etxeleku seguirá al frente.

Renovación nacional

El proceso de renovación del Euzkadi Buru Batzar llegará después, en enero, con una primera vuelta que arrancará el día 20 de ese mes. Aunque se ha tratado de interpretar la secuencia de acontecimientos como un intento de los burukides nacionales de blindarse en el cargo, desde hace tiempo algunos de los principales referentes del partido aseguran en privado y a título personal que les ha llegado el momento de dar un paso a un lado. El presidente, Andoni Ortuzar, tiene tomada la decisión sobre su futuro, pero no la comunicará, en principio, hasta algo antes del 20 de enero, como él mismo ha aclarado en público.

El PNV va a someter también a debate cinco documentos, como el que busca una organización de “militancia y ágil”. En las filas jeltzales se reconoce que hay un problema de operatividad con las formas tradicionales de comunicarse con la militancia, que convierten al PNV en un partido vulnerable a las filtraciones, con el malestar que puede generar entre las bases. En otros sectores se ha planteado limitar mandatos.