En el marco de la negociación que han mantenido PNV y PSE para conformar el Gobierno vasco, las políticas de memoria han cambiado de titular y han pasado a manos de los socialistas. Y este jueves, la nueva consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha aprovechado su visita a la exposición sobre el 50 aniversario del atentado de ETA contra la cafetería Rolando de Madrid para alertar de que Euskadi todavía no está “definitivamente vacunada” contra el odio. En ese sentido, se refirió de manera expresa a las pintadas amenazantes contra el nuevo consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, y al niño que simulaba disparar con un fusil de juguete a un cabezudo disfrazado de Guardia Civil en Oñati, al paso de una marcha que coreaba la consigna alde hemendik. Su discurso estuvo muy centrado en las actitudes que aún persisten en los ámbitos que simpatizaban con ETA.

La intervención de la consejera en el acto del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo (es el centro donde la iniciativa la lleva el Gobierno español, y que no guarda relación con el Instituto Gogora) venía rodeada de cierta expectación por conocer sus primeros mensajes. El departamento está inmerso en un proceso de cambios tras el traspaso de las políticas de memoria a los socialistas y el relevo en Gogora, donde se termina la era de Aintzane Ezenarro y comienza la del parlamentario socialista Alberto Alonso. En Gogora, tal y como establecen sus estatutos, ya se anticipaba una renovación casi absoluta después de las elecciones de abril, empezando por su presidencia, ya que el lehendakari Urkullu lideraba el Consejo de Dirección, pero se anticipaban cambios del mismo modo en los 14 miembros elegidos por el Gobierno y también los que elige el Parlamento. 

De ahí que las referencias que realizó este jueves la consejera a un posible “cambio de ciclo” (lo dijo en declaraciones a la prensa) y su apuesta por el “rigor histórico” se pudieran interpretar en clave de enmienda al trabajo realizado hasta la fecha. Pero el cambio de ciclo se refería en realidad a la constatación de que ya se han aprobado leyes vascas para las víctimas de ETA, para los abusos policiales y para la memoria histórica de la guerra y la dictadura, y ahora habrá que reordenar todo ese trabajo. Cómo y en qué dirección es algo que se verá en el futuro. En cuanto al rigor histórico, los socialistas se remiten al perfil de Alonso, quien es licenciado en Historia, aunque en los últimos tiempos haya sido más conocido por su trabajo al frente de Osalan.

El odio "escondido en los hogares"

La consejera San José, por su parte, reafirmó en su discurso “el compromiso” de su departamento con una memoria que sea capaz de “neutralizar las pasiones” frente a “discursos maniqueos, simplificados, caricaturescos”. Apostó por “arrinconar los viejos relatos de héroes y traidores que tanto daño han hecho a esta sociedad”. “Frente a ello, mi compromiso, el de todo el Gobierno vasco, es impulsar una memoria firmemente anclada en el rigor histórico, en las investigaciones más actuales. Contamos con una de las mejores generaciones de historiadores e historiadoras, que han basado su trabajo en el compromiso, el rigor, la minuciosidad y, sobre todo, en la sinceridad y la honestidad. Sobre su obra debemos de construir el relato y la memoria de nuestro pasado”, sugirió. Defendió “una memoria en que la diversidad, el derecho a la diferencia, la pluralidad, todos ellos valores básicos en la construcción de sociedades democráticas, le ganen el terreno al odio, la exclusión o la homogeneidad cultural”.

Repitió que “la dictadura no justificó el terrorismo, y el terrorismo no justificó nunca ninguna otra violación de los derechos humanos”, y que una sociedad adulta “tiene que ser capaz de saber gestionar un pasado sucio”. “Euskadi no está definitivamente vacunada. Lo hemos visto cuando el consejero de Seguridad fue recibido con pintadas amenazantes absolutamente inaceptables, y cuando un menor simula disparar contra un cabezudo que representaba a un Guardia Civil. Y nos preguntamos cuánto odio queda escondido en los hogares y cómo debemos atajarlo”, dijo.