Tras unas semanas de contención en las declaraciones públicas a la espera de que la militancia del PNV lo confirmara como candidato a lehendakari, Imanol Pradales ha pasado ya a la segunda vuelta y, con ello, comienza a mostrar esa faceta más en clave nacional, propia de quien va a aspirar a liderar el Gobierno vasco en las elecciones de primavera. A falta de su proclamación definitiva el día 27 en la Asamblea Nacional jeltzale, Pradales ha protagonizado este martes su estreno en estas lides y lo ha hecho en Bruselas, en una cumbre de líderes políticos y jefes de Estado del grupo Renew Europe al que pertenece su partido. Ha acudido dentro de una delegación liderada por Andoni Ortuzar, pero el PNV le ha cedido todo el protagonismo.
Pradales ha pronunciado un discurso íntegramente en inglés que lo ha situado a la altura del auditorio y que le ha permitido sacar brillo a su condición de políglota, a diferencia de algún otro interviniente de otros partidos que tuvo que usar traducción simultánea. Ha vuelto a poner sobre la mesa unas reivindicaciones que son señas de identidad clásicas en el PNV, la defensa de la oficialidad del euskera y que “Euskadi participe en igualdad de condiciones” en el futuro de la Unión Europea. Todo ello, acompañado de unas pinceladas sobre la importancia de la industria o una Europa social, sin olvidar el carácter europeísta del PNV, que plantea sus exigencias pero con la vocación de aportar y reforzar la unión. Son todos ellos ejes habituales del discurso del PNV, como la idea de combatir los extremismos de izquierdas y de derechas. El PNV se presenta como opción moderada sin romper con su trayectoria, pero con el gancho de un candidato joven que además es solvente con el inglés y en la discusión europea.
Pradales expuso un deseo para 2024, que "Euskadi participe en igualdad de condiciones" en el futuro de Europa, a través de proyectos como el de la macrorregión atlántica. También pidió que "nuestra lengua, el euskera, el idioma vivo más antiguo de Europa, participe en igualdad de condiciones en el futuro de las instituciones europeas donde esperamos que sea escuchado oficialmente en un futuro próximo". El objetivo sería lograr que el euskera sea oficial en el Parlamento Europeo tras los comicios del 9 de junio, porque es una lengua de todos los europeos, antigua, pero que se mantiene viva.
Dar peso a Europa
Este acto era, sobre todo, una plataforma para comenzar a introducir al todavía diputado foral vizcaino de Infraestructuras en el círculo de autoridades europeas donde se toman decisiones de calado, y no tanto para desglosar muy al detalle su discurso, aunque dejó de todos modos esas pinceladas. Además, las intervenciones tenían que ajustarse a un límite de tiempo implacable, marcado con un cronómetro que hacía sonar su apremiante tic tac en los instantes finales.
Este encuentro se produce en puertas de las elecciones europeas del 9 de junio y a él acudió acompañado por el presidente del EBB, Andoni Ortuzar; el burukide Mikel Burzako, quien aparece en la propuesta de la Ejecutiva jeltzale para las elecciones europeas; y la actual eurodiputada Izaskun Bilbao, que ya ha anunciado su retirada. Todos ellos participaron en el Global Europe Forum organizado por el grupo parlamentario al que pertenece el PNV y que es el tercero con mayor representación en el hemiciclo europeo, Renew Europe.
Se trataba de debatir cómo se puede fortalecer Europa o cómo puede ganar influencia y capacidad de actuación en un contexto marcado por el conflicto entre Israel y Hamás y la invasión de Ucrania, en un debate bajo el título La Europa global ante las múltiples crisis internacionales. La discusión tuvo lugar en el Parlamento, y se enriqueció con las aportaciones de varios jefes de Estado, primeros ministros, comisarios y diputados europeos, y representantes políticos de 25 países. El turno lo abrió el presidente de Renew, Stéphane Séjourné, y se contó con la presencia del primer ministro de Bulgaria, la viceprimera ministra de Ucrania de Integración Euroatlántica, y comisarios europeos como Margrethe Vestager y Thierry Breton. Pradales se codeó con ellos al contar con un turno de intervención.
Pradales pide integrar mejor a las realidades nacionales
El jeltzale comenzó haciendo notar que el PNV es fundador del Partido Demócrata Europeo y que en estas elecciones está en juego reforzar la democracia frente a los populismos “de extrema derecha y extrema izquierda”. También apostó por recuperar la competitividad económica con una política industrial fuerte, tecnología e innovación, y protegiendo a las pymes y el empleo de calidad. Defendió una Europa social que proteja a los más vulnerables, y que juegue un papel como actor político relevante en el escenario internacional. "Una Europa más competitiva es la que nos va a permitir avanzar en una Europa social que proteja a sus grupos más vulnerables, que sea más solidaria entre generaciones y que avance significativamente en políticas de igualdad y de justicia social”, resumió.
El PNV, a su vez, quiere abanderar la puesta en marcha de una Convención europea que conduzca a modificar los tratados actuales en consonancia con la resolución del 4 de mayo de 2022. “Debemos dotar de más competencias a la Unión, progresar en una mayor participación ciudadana, transparencia y rendición de cuentas, y profundizar en su modelo de gobernanza multinivel, integrando mejor a los poderes locales, regionales y también a las realidades nacionales como la vasca”, reivindicó.
Pradales lanzó también un alegato a favor del euskera. El PNV cree que la oficialidad del euskera en las instituciones europeas reforzaría el idioma, y supondría un blindaje y un gesto de gran simbolismo que podría desactivar también las sentencias contrarias al uso de la lengua vasca en determinadas plazas de la administración o en contra de los perfiles lingüísticos. El presidente español, Pedro Sánchez, se ha comprometido a impulsar el uso del euskera, el gallego y el catalán en pie de igualdad, sin priorizar el catalán, tras unas primeras declaraciones confusas en ese sentido por parte de su ministro Albares y que fueron corregidas de inmediato tras la advertencia de los jeltzales, a los que necesita en el Congreso. En cuanto a la macrorregión, el lehendakari Urkullu tuvo que mediar personalmente con Sánchez para que aprovechara su presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea e introdujera en el orden del día la creación de ese grupo de territorios entre los que se encuentra Euskadi, con el objetivo de hacer fuerza, ganar visibilidad, y no perder influencia ni inversiones en un momento en que el foco de atención europeo se desplaza hacia el este, hacia Ucrania. La pelota ha echado a rodar, pero el inicio del procedimiento, que duraría unos dos años, aún debe concretarse.